El asma es una enfermedad respiratoria que implica la inflamación crónica de los bronquios. Los afectados experimentan de forma recurrente dificultades para respirar, pitos en el pecho, tos y sensación de opresión. Subir escaleras, realizar las tareas domésticas, hacer ejercicio e incluso las relaciones sexuales suponen un reto para los afectados. En el caso de las mujeres puede incluso convertirse en un enemigo del orgasmo.
Así lo revela un estudio multicéntrico realizado por el Servicio de Neumología del Hospital de Jerez en féminas asmáticas. Comparado con pacientes con asma menos grave o población normal, las mujeres con asma severo presentan mayores problemas de deseo, dificultades para llegar al clímax y baja satisfacción en sus relaciones sexuales.
En estos pacientes, el esfuerzo físico que requiere el sexo o la simple excitación sexual ya resulta suficiente para provocar o agravar una crisis asmática. El coito, incluso, puede desencadenar una agudización severa del asma que obligue a acudir a urgencias, hospitalización o incluso ventilación asistida.
«Tomar un medicamento broncodilatador prescrito antes de tener relaciones íntimas podría ayudar a las personas con asma a sobrellevar estas dificultades sexuales, de modo similar a lo que ocurre en otros asmáticos que lo toman antes de otros tipos de actividad física», explica el doctor José Gregorio Soto, miembro del Área de Asma de la Sociedad Española de Neumología y Cirugía Torácica (Separ) y ponente en la conferencia «Asma y sexualidad» del Congreso que tendrá lugar en Madrid, entre los días 8 y 11 de junio, dónde serán presentados los resultados del estudio.