En 2002, investigadores del Instituto de Investigación del Acuario de la Bahía de Monterrey descubrieron una especie única de gusanos en el océano que se alimentan de los esqueletos de peces muertos y ballenas que caen al fondo del mar. Se les conoce como "gusanos zombis", aunque su nombre científico es Osedax (del latín, que significa "devoradores de huesos"), y carecen de boca, de dientes e incluso de aparato digestivo.
Entonces, ¿cómo se las apañan para comer? Científicos de la Institución de Oceanografía Scripss (EE UU) parecen haber dado con la explicación definitiva. Mediante el análisis de los tejidos de estos extraños gusanos, el equipo dirigido por Sigrid Katz encontró que, en la estructura con forma de raíces que el gusano usa para adherirse a los huesos -penetrándolos y ramificándose-, existen células productoras de enzimas que secretan ácido que disgrega químicamente los huesos, los desmineraliza y permite que absorban el colágeno y los lípidos o grasas para alimentarse.