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Entre la exhuberancia y la bio-ciencia ficción, investigadores han detectado una especie de abejas que se alimentan del sudor humano. En un fenómeno que seguramente esconde una interesante analogía, el primer ejemplar registrado de este insecto se ubicó en un parque de Brooklyn, en Nueva York, hace un par de años.
“Utilizan a los humanos como una fuente de sal. Se posan en tu brazo y lamen el sudor” afirma John Ascher, su descubridor. Tras una serie de análisis, los investigadores comprobaron que esta especie no se incluía en el catálogo digital del American Museum of Natural History, acervo que incluye más de 700,00o especies de abejas. Finalmente en noviembre de 2011 se concedió oficialmente un nombre científico a esta ‘nueva’ especie: Lasioglossum gotham.