Henri es una estrella de internet. No importa que todo el tiempo esté cuestionando los porqués de la vida, que sea depresivo y que odie muchas cosas; eso, en realidad, es lo interesante del francés Henri le Chat Noir, un gato negro con algunas manchas blancas que ha logrado más de 10 millones de visitas a sus videos.
Hace seis años hizo su primera aparición en la red a través de la cámara de William Braden, un fotógrafo de 32 años que vive en Seattle y que ha hecho de filmar y ser algo así como el «manager» de Henri.
Los videos son los que hicieron famoso al gato existencialista, que sorprendentemente, ¡no es la mascota de Braden! Resulta que el felino blanquinegro al que William presta su voz y pensamientos, es la mascota de un familiar cercano al joven.
Él nunca ha dicho a quién pertenece en realidad porque tiene miedo que alguien quiera aprovecharse, secuestrarlo y pedir dinero por él o algo más terrible, publica la BBC, que entrevistó al creador de la historia de Henri.
Miedo que se puede entender porque es Henri su fuente de ingresos durante los últimos seis años, ya que el fotógrafo abandonó su trabajo como retratista de bodas y reuniones para enfocarse por completo en él.
«Llevo seis años en esto y ahora ya es mi fuente principal de ingresos, aunque suene absurdo pensar que un gato depresivo me sostiene», declaró Braden, quien se graduó en escritura creativa y estudió en la escuela de cine de Seattle; de ahí su destreza para desarrollar cada uno de los profundos y filósofos pensamientos existencialistas de Henri.
Todo inició como un pasatiempo y de pronto se convirtió en una marca, pues ahora Henri tiene su propio portal donde hay productos a la venta con su imagen. «Henri ocurrió en 2006 de la propia vagancia», aseguró Braden.
En ese entonces, William aún era estudiante de cine y tenía una tarea qué hacer: filmar un perfil de personaje. Fue entonces cuando decidió que su personaje sería un animal, con el que podría replicar el estilo de los filmes experimentales europeos de los años cincuenta y sesenta que había estudiado en la clase de historia en la universidad. Ese fue el comienzo, pero Henri también ayudó al proyecto con su gran actuación… o su cara sugerente ayudó.
Así, la historia de Henri se empieza a desarrollar como la vida de un gato con problemas existenciales, con una buena vida y con mucho sueño. «Me parecía una buena parodia suponer que un gato, que llevaba una buena vida de gato, podía tener una crisis existencial.
Elegí el blanco y negro para aumentar el dramatismo, el existencialismo como trasfondo, el francés para darle el tono pese a que yo no hablo el idioma», refirió el cineasta, quien además reveló haber consultado autores como de Jean-Paul Sartre, Albert Camus, Simone de Beauvoir, entre otros para inspirarse filosóficamente.
El primer video tuvo 3 mil visitas, y en ese entonces ni Facebook ni YouTube eran tan masivos como ahora. El segundo video se convirtió en uno de los más vistos con 6.5 millones de visitas aproximadamente. Así que con el tiempo, estas redes hicieron que Henri se convirtiera en toda una estrella y eso dio la posibilidad a Braden de hacer de esto un negocio, vendiendo productos con la imagen del felino y ganando muchos dólares por semana.
«Comenzaron a pedirme camisetas. En ese momento me preocupó que algunos de los primeros fans pensaran que por comercializarlo se perdería el espíritu. Pero apenas puse a la venta algunos productos el interés creció y los nuevos fans compensaron a aquellos que tal vez se decepcionaron», aseguró William, quien está a punto de poner a la venta un libro con las frases célebres de Henri, al parecer para abril del año entrante.
Asimismo, hay que reconoce que parte de los ingresos que obtiene los dona a diferentes campañas y asociaciones en defensa de los animales.
Henri y su gran éxito lo han convertido en una de las estrellas felinas preferidas entre la gente, por eso ganó el primer festival de videos felinos, con más de 10 mil votos, así que le otorgaron el «Kitty de oro» 2012, una estatua dorada para reconocer su logro.
¿Cuál es el secreto? Braden dice: «Puedo hablar de cosas tristes y oscuras sin que nadie se preocupe, porque digo cosas extremas pero el que ‘habla’ es otro. Y al final se vuelve gracioso».
Además de eso, William está tan cerca del gato que ya tiene sus trucos especiales para hacer que Henri siga sus órdenes de dirección, como gritar para hacerlo correr, soplarle en los bigotes si quiere que haga cara de enojado, sobornarlo con golosinas para que haga gracias y más.
«Muchas veces escribo el texto alrededor de lo que el gato naturalmente hace. Y muchas veces también me toca esperar que haga un movimiento o me dé la mirada que quiero».
Hacer esto le lleva hasta dos semanas, pero asegura que al gato le gusta la atención, tanto como los juguetes y las golosinas que recibe por su protagónico.
«Siempre digo ‘no’ cuando me piden que lo lleve a la TV o lo haga volar en avión para presentarlo en tal o cual show: me parece egoísta, le generaría un estrés innecesario. Allí trazo la línea de hasta dónde sacarle provecho. Eso sí: me ocupo de cuidarle la salud y cumplirle todos los caprichos», reitera Braden.