Las fuerzas iraquíes y kurdas quitaron cuatro barriles explosivos que habían sido colocados por los terroristas sobre el dique. La Federación Internacional de Derechos Humanos pidió «medidas inmediatas» a la ONU.
Las fuerzas mixtas iraquíes y kurdas desactivaron este martes cuatro barriles explosivos que habían sido colocados en una de las compuertas de la presa de Mosul, en el norte de Irak, así como otros 140 artefactos en las inmediaciones del dique, informó a la agencia EFE un responsable local.
El presidente del Comité de Seguridad del consejo de la provincia de Nínive -cuya capital es Mosul-, Mohamed al Bayati, explicó que unidades de ingeniería del Ejército iraquí, respaldadas por tropas kurdas (peshmergas),desactivaron los explosivos después de mantener duros combates con los yihadistas.
Las milicias del Estado Islámico (EI) habían instalado las bombas antes de retirarse de la presa, explicó Al Bayati, que agregó que, de haber explotado los barriles en las compuertas, habría causado «una enorme tragedia».
Asimismo, señaló que los yihadistas habían colocado 140 bombas en edificios e instalaciones dependientes del Ministerio iraquí de Recursos Hídricos -que administra la presa-, después de volar los caminos y las principales entradas al lugar.
El EI sufrió numerosas bajas en sus filas durante los enfrentamientos de esta madrugada, pero hasta ahora se desconoce la cifra exacta, dijo Al Bayati.
El vocero de las Fuerzas Armadas iraquíes, el general Qasem Atta, anunció el lunes que «las fuerzas antiterroristas y tropas kurdas, con apoyo aéreo mixto (iraquí y estadounidense), han limpiado la presa de Mosul del EI por completo».
El presidente estadounidense Barack Obama confirmó la recuperación de la presa de Mosul por las fuerzas iraquíes y kurdas, lo que calificó de «paso adelante» en los esfuerzos de Bagdad y de los Estados Unidos por acabar con la presencia de EI en el norte de Irak.
La presa de Mosul es una de las principales reservas estratégicas de agua de Irak, con una capacidad de más de 12.000 millones de metros cúbicos, y está localizada a 23 kilómetros al suroeste de la ciudad de Dohuk, en la región del Kurdistán.
La FIDH pide a la ONU acción urgente para proteger a los yazidíes
La Federación Internacional de Derechos Humanos (FIDH) reclamó una acción urgente del Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas para proteger a los kurdos yazidíes, que son objeto de ataques y abusos por parte del grupo Estado Islámico (EI) en Irak.
«La comunidad internacional y el Gobierno de Irak deben actuar ya para proteger a estas poblaciones de ser sometidas a más actos bárbaros»,subrayó en un comunicado Karim Lahidji, el presidente de la FIDH.
Lahidji insistió en que «se necesitan medidas inmediatas para garantizar la protección efectiva de la población civil y para que la ayuda humanitaria llegue a todas las personas desplazadas».
La organización recordó que el pasado día 11, el Consejo de Seguridad de la ONU había adaptado una resolución por unanimidad en la que condenaba la opresión a la que son sometidas las minorías en Irak y advertía de que tales actos podían constituir «crímenes contra la humanidad».
Así, hizo notar que se calcula que al menos 150.000 yazidíes, miembros de una minoría religiosa kurda, han huido de sus hogares tras los ataques perpetrados por EI y están acampados en las montañas de Sinyar, sin poder hacer frente a sus necesidades básicas, tales como refugio, alimentos y agua.
Ante la situación de estos refugiados, entre los que también hay miembros de otras minorías, como cristianos, turcomanos y chabaquíes, y de las informaciones sobre ejecuciones de personas de la comunidad yazidí en el Sinyar y sobre el secuestro de unas 1.500 mujeres y niñas, la ONU ha señalado que estos actos pueden suponer crímenes de guerra, crímenes contra la humanidad y, potencialmente, genocidio.
Por eso la FIDH instó al Consejo de Derechos Humanos de las Naciones Unidas a que convoque inmediatamente un período extraordinario de sesiones con vistas a adoptar una resolución que condene los abusos cometidos y pida a la comunidad internacional y al Gobierno iraquí que actúen de manera inmediata para garantizar la protección de todas las minorías religiosas amenazadas en el país.
Fuente [Infobae.com]