Aubrey Ireland, es una chica que se encuentra estudiando en Ohio a unos 965 kilómetros de la casa de sus padres pero debido a que ellos querían cuidar la “honorabilidad y decencia” de su hija le instalaron programas ocultos en su celular y computadora para poder seguir sus pasos.
Esto se debe a que los padres de Ireland aseguraron que su hija, por su modo de vida, sufría de una enfermedad mental y de libertinaje.
Todo esto causo que la chica tomara acción legal en forma de orden de alejamiento para evitar contacto con sus padres durante un año, al ser aceptada la petición en una corte de Estados Unidos los padres de Ireland interpusieron una contrademanda para solicitar una indemnización por 66,000 dólares, mismos que aseguraron fueron entregados para pagar la universidad y gastos diarios de su hija.
Al final la escuela de Aubrey Ireland accedió a continuar financiando la universidad de la chica, pero esta es una familia más que termina siendo fragmentada a causa de la tecnología. Aunque ahora solo debemos preguntarnos ¿Hasta que punto la tecnología debe ser usada sin infringir la intimidad de otra persona?