Hombre y del este de Alemania, ese es el perfil del votante que ha convertido al partido ultraderechista Alternativa para Alemania (AfD) en la tercera fuerza política en las elecciones generales celebradas ayer en el país, según datos demoscópicos.
De acuerdo con un análisis de los sondeos a boca de urna del instituto demoscópico Infratest, la AfD fue el segundo partido más votado en el territorio de la extinta República Democrática Alemana (RDA), por detrás de la Unión Cristianodemócrata (CDU) de la canciller, Angela Merkel.
Así, un 26 por ciento de los hombres y un 17 por ciento de las mujeres del este de Alemania votaron por la formación de tintes xenófobos. En total, en los estados federados del este de Alemania y en el este de Berlín, la Alternativa para Alemania cosechó un 21,5 por ciento de los votos.
En el oeste del país, un 13 por ciento de los hombres y un ocho por ciento de las mujeres respaldaron a la AfD en estos comicios.
El sorprendente resultado de la ultraderecha germana generó anoche las primeras manifestaciones de protesta y actos de repudio en distintas ciudades del país. La más convocante casi provoca disturbios en una disco de Berlín.
En tanto, el presidente del Congreso Judío Mundial (CJM), Ronald S. Lauder, calificó hoy de “aborrecible” el ingreso de Alternativa para Alemania (AfD) al Parlamento germano, a la vez que felicitó a la canciller Angela Merkel por su victoria.
“AfD, un vergonzoso movimiento que recuerda lo peor de la historia de Alemania y debería ser prohibido, tiene ahora la posibilidad de promover su vil plataforma en el Parlamento alemán”, lamentó Lauder en una declaración difundida anoche en Nueva York.