Cuidado con lo que cantas ¡Te pueden demandar!

Una familia de Valencia, en España, tendrá que pagar 8 mil euros a sus vecinos por "intromisión en su intimidad domiciliaria", así lo dictaminó un juez del Tribunal Supremo, esto debido al ruido que generan las hijas de este matrimonio al ensayar piano en su hogar. Así lo informa el sitio teinteresa.es.

Los vecinos demandantes aseguran que aguantaron durante muchos años esta situación y que hablaron con los padres sobre los horarios de práctica de las niñas, sin embargo, éstos no accedieron y siguieron con su música a la hora que ellos querían.

Se informó al juez que las hijas tocaban el piano casi todos los días de la semana, incluso sábados y días de asueto, a cualquier hora, ya fuera desde muy temprano, o hasta pasando las 10 de la noche.

Además, con anterioridad los vecinos ya habían dado parte a la policía sobre la situación que vivían, mismos que visitaron a la familia en ocho ocasiones. De acuerdo con Europa Press, la primera vez que los oficiales acudieron al hogar, una mujer que no se identificó, les dijo que "le daban igual las molestias que pudiera causar y que iba a seguir tocando el piano", esto fue en 2006.

Un año más tarde volvieron a la casa, alrededor de las 9:30 pm, y en esta ocasión les abrió la madre de las pianistas, quien les dijo que sus hijas necesitaban practicar porque tenían un examen al día siguiente.

En otra de las visitas que realizó la policía, ya no se tomaron la molestia de abrir la puerta, pero dentro se escuchaba la música.

Aunado a esto, se comprobó que el sonido generado era mucho más alto de lo permitido; ya que la Policía Local realizó mediciones que dieron como resultado valores de hasta 62,7 decibelios, cuando los límites marcados por la Ley son de hasta 40 en horario diurno y 30 nocturno.

Los vecinos que demandaron, también aludieron a que debido al ruido la mujer seguía tratamiento médico por ansiedad causada por insomnio de larga duración; mientras que su marido tomaba ansiolíticos por padecer "síndrome de estrés acústico".

Ante estos argumentos, el juez mencionó que a él no le corresponde pronunciarse sobre gustos musicales, pero sí sobre la ilicitud de imponer los propios gustos, preferencias y conveniencias musicales al vecino.

"Baste pensar que una constante reiteración de la mejor pieza musical por el más afamado intérprete también puede convertirse, si el sonido se transmite intensamente a la vivienda del vecino, en una grave intromisión en su intimidad domiciliaria", señala la sentencia; en la que también se menciona que los miembros de la familia deberán abstenerse de seguir tocando en la vivienda o adoptar las medidas de insonorización adecuadas. Algunas opciones son la posibilidad de tocar con sordina en el piano mecánico o con auriculares en el eléctrico.

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