Una sucesión de incidentes mortales en apenas 72 horas muestra el deterioro de la seguridad en las regiones turcas cercanas al conflicto sirio. Sinan Tekinalp conducía su coche por la carretera de Sanliurfa, en el sureste de Turquía, cuando una ráfaga disparada con un arma de precisión le mató en el acto. A su lado viajaba su padre, Salih, casi con toda seguridad el objetivo del atentado, quien también murió a causa de los disparos. El vehículo, con las ventanillas destrozadas, se estrelló contra el quitamiedos y quedó atravesado en el pavimento. Eran las cuatro de la tarde del domingo.
Salih Tekinalp era un alto cargo de la tribu kurda Dinay, y, significativamente, el ex alcalde de la ciudad de Suruç, que ha saltado a los titulares en los últimos meses al acoger a decenas de miles de refugiados de Kobani, una ciudad de Siria situada a apenas diez kilómetros y que ahora asedian los yihadistas del Estado Islámico. La identidad y los motivos de los atacantes, por ahora, permanecen desconocidas.
Este asesinato puede estar relacionado o no con la muy cercana guerra en Siria, o tal vez se trate de un ajuste de cuentas por motivos meramente criminales, pero ilustra a la perfección lo peligrosa que se está volviendo la región fronteriza de Turquía, donde en las últimas 72 horas se han producido otros dos graves incidentes. La reportera estadounidense de origen libanés Serena Shim murió ese mismo día en un accidente, en el que también resultó gravemente herida su operadora de cámara, Judy Irish, después de que su vehículo chocase de frente con un camión hormigonera. Ambas trabajaban para la televisión iraní Press TV.
«Accidente sospechoso»
La cadena iraní se apresuró a calificar el accidente de «sospechoso». Según Press TV, dos días antes Shim había asegurado que los servicios de inteligencia turcos le habían acusado de espionaje, «probablemente debido al tipo de historias que había estado cubriendo sobre la posición de Turquía sobre los militantes del Estado Islámico en Kobani», y que temía ser arrestada. De acuerdo con la cadena iraní, Shim estaba en posesión de imágenes de estos yihadistas cruzando la frontera turca hacia Siria en camiones del Programa Mundial de Alimentos y de otras ONGs.
Izzetin Küçük, gobernador de Sanliurfa, ha calificado estas acusaciones de «totalmente infundadas», destinadas a «poner a Turquía en una situación difícil». Küçük ha asegurado que los detalles de la investigación sobre el accidente se harán públicos en cuanto esta finalice.
Habrá que esperar al testimonio de Irish para saber qué sucedió realmente, pero existen pocas dudas sobre la importante presencia de simpatizantes y militantes del Estado Islámico en esta región de Turquía. El mismo domingo, el diario británico «The Telegraph» informaba sobre el intento de secuestro sufrido por un comandante de la insurgencia siria en la misma área de Sanliurfa, tras haberse reunido con miembros de las fuerzas de seguridad turcas.
Emboscada en Sanliurfa
Según este medio, Abu Issa, comandante del grupo Zuwar Raqqa («Los revolucionarios de Raqqa»), que ha estado combatiendo al Estado Islámico en dicha región de Siria, fue emboscado a media tarde del pasado viernes por los yihadistas en el extrarradio de Sanliurfa cuando viajaba de regreso a casa con su hijo Ammar. «Coches del EI bloquearon la carretera delante de ellos, y cuatro hombres les sacaron del vehículo», explicó al Telegraph Ahmed Abdul Jader, portavoz de Zuwar Raqqa.
Según Jader, un asesor cercano a Abu Issa, que conducía el vehículo en el que viajaba el comandante rebelde, formaba parte de la conspiración. «Cuando los coches del EI bloquearon la carretera, Abu Issa le dijo al conductor que diera la vuelta, pero él apagó el motor y dejó que los secuestradores los sacasen del coche», relató.
Los secuestradores condujeron a toda velocidad hacia la frontera y les dejaron en manos de unos contrabandistas para que les pasasen a Siria. Pero la intensa vigilancia de los pasos fronterizos por las autoridades turcas, que se han incrementado en los últimos meses debido a la presión internacional, lo hizo imposible. Uno de los contrabandistas se arrepintió, y acabó depositando a Abu Issa, que había resultado herido de un disparo durante el intento de secuestro, en un hospital de Sanliurfa.
Medio millar de víctimas
Zuwar Raqqa es uno de los «grupos de rebeldes moderados sirios» escogidos para recibir apoyo estadounidense, y que serán entrenados en territorio turco. EE.UU. pretende formar un núcleo de insurgentes «responsables» que combatan tanto al régimen de Bashar Al Assad como al Estado Islámico y se conviertan en un ejército capacitado que impida el hundimiento de las fuerzas rebeldes.
El de Abu Issa no es el primer intento de secuestro transfronterizo: en los últimos tres años, varios comandantes rebeldes han sido capturados por agentes de Assad y llevados al otro lado de la frontera, si bien la policía ha logrado abortar algunas de estas tentativas. Pero sí es la primera vez que miembros del Estado Islámico intentan una operación de esta magnitud en suelo turco.
El pasado mayo, el actual Primer Ministro turco, Ahmet Davutoglu, por entonces Ministro de Exteriores, desveló la estadística oficial de víctimas turcas a causa del conflicto en la vecina Siria. Estas incluían los 51 muertos y más de 140 heridos por los coches bomba de la ciudad de Reyhanli en mayo de 2013, el mayor incidente terrorista de la historia de Turquía, así como otros atentados.
«74 ciudadanos han muerto y 337 han sido heridos como resultado de balas perdidas disparadas en el lado sirio, incidentes terroristas relacionados con Siria, y pasos ilegales de la frontera, según datos del Estado Mayor turco», dijo Davutoglu. Desde entonces, su número no ha dejado de aumentar, incluyendo a la media docena de personas heridas durante el último mes por la caída de morteros del Estado Islámico en suelo turco.
Fuente [Abc.es]