Bell Labs desarrolló una cámara con una técnica llamada detección compresiva que le permite tomar fotografías sin lentes y utilizando como sensor a solo un pixel. Esta técnica tiene el potencial de revolucionar la fotografía, pues actualmente depende de los lentes para crear una imagen, y de un dispositivo para capturarla como un arreglo de pixeles o una película sensible a la luz.
Esto es porque la técnica se basa en la presunción de que muchas mediciones cotidianas tienen mucha redundancia, por lo que es posible adquirir los mismos datos tan solo realizando mediciones muy específicas, donde la técnica se enfoca en saber qué mediciones son las necesarias y cómo unirlas posteriormente, así lo reseña fayerwayer.com
El prototipo fue creado con componentes de bajo costo y disponibles comercialmente, y es relativamente sencillo: Un panel LCD actúa como un arreglo de ranuras que se pueden abrir individualmente y le permiten a la luz pasar a un único sensor, el que puede detectar solo tres colores de luz (aunque los científicos afirman que se podría utilizar también para otros rangos del espectro como el infrarrojo).
Mientras más imágenes se tomen, más rica en detalles será la fotografía. De todos modos, se puede crear una imagen decente utilizando solo una fracción de los datos necesarios para tomar una fotografía común. Por ejemplo, los científicos tomaron la fotografía inferior con solo el 25% de los datos que podrían haber grabado.