El ministerio del poder popular Consejo Nacional Electoral, minpopoCNE, con base a una sentencia de la Sala Constitucional del TSJ del 10 de agosto pasado, aplicada en forma retroactiva, ha anulado la inscripción de 154 candidatos a alcaldes y cientos de concejales chavistas disidentes hechas con la tarjeta del partido MIPC (Movimiento Independientes por la Comunidad) afiliado al Polo Patriótico.
Esta aberración que, POR AHORA, solo persigue acabar con la creciente disidencia en el mundo rojo, aplastando con el uso abusivo de los poderes públicos a todo aquel que piense distinto, es, además, el típico acto de desesperación de pretender tapar el sol con un dedo.
La selección antidemocrática -y anticonstitucional- de los candidatos a alcaldes y a concejales rojos sin consulta de ningún tipo, una burda maniobra para imponer artistas, peloteros y sobre todo generalotes como candidatos que representan a los grupos de poder político y económico controlados por la «boliburguesía», ha concitado un enorme rechazo en las bases populares chavistas imposible de ocultar.
Estos abominables procedimientos, tal vez puedan impedir que ciudadanos rojos se postulen como candidatos por la acción «patriota» de Tibi y sus chicas, la Sra Gutiérrez y el inefable Carrasquero pero no podrán impedir que el malestar rojo se exprese en abstención o en voto castigo.
Vale advertir que esta lucha interna en el chavismo es a sangre y fuego y sus consecuencias pueden ser catastróficas para la institucionalidad del país. La intromisión del TSJ y MinpopoCNE en esos conflictos del PSUV y sus aliados ha impedido que se publiquen las listas de cuántos y cuáles son los candidatos definitivamente aceptados y las organizaciones políticas puedan hacer la escogencia de los puestos en el tarjetón electoral. Un peligroso incumplimiento del cronograma electoral que pone en pico de zamuro las elecciones del 8D.
Jose Luis Farías / @fariasjoseluis