“Llueva, truene o relampagueé vamos a instalar las captahuellas”, afirmó el miércoles en la tarde el superintendente de precios justos, Andrés Eloy Méndez. Las condiciones del tiempo no iban a ser un impedimento, y no lo fueron. Ayer empezó a operar en el abasto Bicentenario de Palo Verde y en Makro de La Urbina el sistema biométrico de abastecimiento.
Los consumidores que acudieron a esos establecimientos debieron poner por primera vez la huella para poder comprar lo que requerían. El proceso generó largas colas, lo que hizo que los clientes manifestaran su malestar.
“Si esto va a servir para que consigamos lo que hace falta no nos quejamos, pero por los momentos lo único que ha hecho es retrasar el pago”, dijo a El Nacional una de las consumidoras que hacía la cola en el Bicentenario.
En el lugar estuvo temprano el vicepresidente de Seguridad y Soberanía Alimentaria, Yván Gil, y el ministro de Alimentación, Yván Bello, para inspeccionar el abastecimiento. Afirmaron que suministrarán 560.000 litros de leche líquida en los supermercados, “gracias a la producción de Lácteos Los Andes y los acuerdos con el sector privado”.
Los anaqueles del Bicentenario estaban llenos, pero no todo lo que buscaban los usuarios se conseguía. “No hay nada de leche en polvo, tampoco hay carne, ni aceite del económico; el que están vendiendo es de soya y cuesta 50 bolívares”, afirmó Ana Ramos.
Desde hace varios meses en la cadena estatal aplican restricciones en la venta de alimentos regulados aun sin las captahuellas. “Igual antes de esto no te dejaban comprar un mismo producto seguido. Quedabas registrado en la máquina”, agregó otro de los consumidores, que prefirió no ser identificado.
“El problema es que no practicamos con el ejemplo. Si este es uno de los mercados del gobierno que hoy están fiscalizando no debería haber tanta cola, están funcionando las cajas, pero a muchas no les sirve el punto de venta. El ministro se fue y esto se volvió un desastre”, dijo Elena, otra clienta.
Los consumidores no podían llevar más de cuatro unidades de productos regulados por persona. El desodorante en barra era uno de los productos más demandados, pero solo podían llevar dos.
En Makro de La Urbina las captahuellas estaban antes de entrar al supermercado, en el área de registro de los consumidores donde entregan los pases de ingreso.
Maribel Machado, clienta de Makro, refirió que es la primera vez que le tocó poner su huella en el sistema. Es asidua del establecimiento y aseguró que la cola que tuvo que hacer ayer no es normal.
“Yo no creo que las captahuellas funcionen. Además, yo compro mucho, pero es porque llevo para el Zulia, toda mi familia está allá y no consiguen lo que necesitan. Entonces me toca calarme la cola aquí y luego los guardias nos lo quitan”, agregó otra consumidora.
Makro es la primera cadena privada donde se instala el sistema biométrico. Los encargados de otras cadenas de supermercados desconocen en qué momento instalarán las máquinas. Aunque el subgerente de una red privada de supermercados, que pidió no citar su nombre, dijo que a comienzos de la semana pasada se empezó a colocar un cableado en el comercio, que presume será para las captahuellas.
No faltaron las quejas
“Hoy puse la huella, es la primera vez que la pongo, me quede loca. Hoy todo estaba muy bonito, muy surtido porque venía el ministro, eso no es un secreto para nadie. Pudimos llevar solo cuatro productos regulados por persona, pero la cola para pagar era terrible. Llegué aquí a las 7:00 de la mañana y salí a la 1:00 pm”.
Ana Ramos
Consumidora
“Compré arroz, harina PAN, leche líquida, vegetales, entre otras cosas. Es la primera vez que puse la huella, no me parece mal. Creo que es una buena manera para disminuir las colas, aunque hoy no funcionó, ni porque vino el ministro. Aquí todo el tiempo es cola. A veces no vengo para no calarme esto, me canso”
Audalys Caravallo
Consumidora
“Yo fui al Bicentenario de Plaza Venezuela. Allí también había que poner la huella, pero la cola era muy larga. Me salí y no compré. Aquí en Petare es la primera vez que voy a usar la captahuella, también hay mucha cola. Yo lo que quisiera es que el personal no fuera tan altivo. Nosotros no venimos para que nos regañen”.
Fuente [Bancaynegocios.com]