Quienes estamos en una relación de pareja en algún momento hemos sentido que nuestros compañeros sentimentales no tienen los mismos sentimientos que al principio de la relación. Para todos nosotros es de trascendental jerarquía amar pero también sentirnos amados a cada instante. ¿En algunas ocasiones has percibido que tú aportas más a la relación?, ¿has considerado que tu pareja ya no te valora como antes, cuando eran novios?
Cuando estamos en la etapa de noviazgo existe una completa empatía entre ambos integrantes de una pareja, pero con el transcurrir de los años la rutina se va apoderando de todo el tiempo. En ocasiones, hasta lo más extraordinario se vuelve normal, como es el caso cuando la esposa se hace un cambio de look para sorprender a su marido; o cuando este trata de impresionarla por medio de un detalle.
Si ese es el caso debemos tratar de reconquistar a nuestras parejas de nuevo, para ello debemos asumir una actitud de enamoramiento permanente, es decir hacer sentir a la pareja amor y empatía, darle detalles en cada momento que se pueda, sorprenderla con un beso furtivo y de vez en cuando darse una escapadita para consentirse y acariciarse mutuamente como cuando eran pretendientes.
Sabemos que nuestras parejas nos valoran cuando tenemos la capacidad para abrir nuestro corazón y hablarle de nuestros sentimientos hacia él o ella, porque se encuentra allí para apoyarnos en todo. Además, vemos como el amor es recíproco al ser consecuentes en las buenas y en las malas.
Es importante destacar que el amor y el respeto son las bases fundamentales en toda relación entre un hombre y una mujer. Esto se materializa cuando ambos están dispuestos a compartir su tiempo y esfuerzos ilimitados sin esperar nada a cambio, más que estar el uno al lado del otro por el resto de sus vidas.
En otro orden de ideas, cuando sentimos que nuestra pareja no nos valora, y la tristeza por esa situación nos lleva a descuidar nuestro aspecto físico; debemos de procurar inmiscuirla en nuestras actividades diarias, tal es el caso de: ir al gimnasio o de compras juntos.
Ahora bien, en el caso de nosotras las damas hemos de acudir a comprar unos cuantos juegos de lencería erótica para así con ello tratar de reavivar la llama del amor. Si se puede, invítalo a un sitio alejado donde puedan compartir y jugar un rato en intimidad. Para hacer esto no hay que esperar a que sea San Valentín. Cualquier día del año puede servir a modo de una ocasión especial.
Pasando a otro tema, recordamos a ese gran pensador Johan W. Goethe, quien aseveraba: “El hombre más feliz del mundo es aquel que sepa reconocer los méritos de los demás y pueda alegrarse del bien ajeno como si fuera propio”. Esto quiere decir que, en una relación estable debemos ser capaces de valorar las virtudes de nuestra pareja y alegrarnos de ellas. En el caso de las debilidades hemos de ayudar a esa persona a superarlas.
Asimismo, la comunicación es una base fundamental para poder expresar nuestras ideas, proyectos y desavenencias; las cuales nos permiten nutrir cada día con nuevos modos de compartir el día a día.
Sabemos que se ha perdido el respeto en la pareja cuando la otra persona en lugar de ver todos los esfuerzos que hacemos diariamente como un detalle, los percibe como una obligación. Además, no debemos cometer el error de exigirlo todo, más bien agradecerle por estar allí a nuestro lado en todo momento conllevando todos sus parabienes.
Resulta de vital trascendencia agregar que, nunca es buen consejo dejar a nuestra pareja para que nos extrañe y luego nos busque. Esto puede desencadenar en la pérdida total del otro integrante a manos de una tercera persona, quien aprovecharía esta ocasión para conquistarla. Posteriormente, nos encontraríamos en la escena de sentirnos solos por haber perdido el amor de nuestra vida por una mala decisión producto de un impulso de rabia.
Cuando comencemos una relación sentimental debemos tomar en cuenta todos los pequeños detalles que la otra persona hace por nosotros y nuestro hogar. Diariamente, hemos de elogiarla con grandes muestras de cariño y respeto mutuo.