La alimentación más sana, equilibrada y variada se encuentra en las recetas mediterráneas tradicionales. Y es que la dieta mediterránea es mucho más que un régimen, se trata de un estilo de vida saludable que no solo ayuda a adelgazar con salud, alejándose de las peligrosas dietas milagro, es capaz de prevenir numerosas enfermedades y asegurar una pérdida de peso progresiva y sana, evitando el temido efecto rebote. ¡Descubre sus ventajas!
Pérdida de peso
Una dieta basada en el consumo de unas 2.000 calorías al día, dependiendo de tu constitución y actividad física, ayuda a adelgazar hasta un kilo a la semana. Además, a diferencia de otros regímenes, la dieta mediterránea puede prolongarse en el tiempo hasta que alcancemos el peso ideal y no existe efecto rebote. Según la Organización Mundial de la Salud (OMS), los hidratos de carbono (pan, arroz, pasta) deben aportar hasta el 60% de las calorías diarias; frutas y verduras, el 15%; proteínas (carne, huevos y pescados), el 15%; y grasas, el 10% (aceite de oliva).
Contra el colesterol
La dieta mediterránea reduce el colesterol malo (LDL) y ayuda a aumentar el bueno (HDL). Además, seguir el plan mediterráneo durante tres meses reduce entre un 40 y un 50% el riesgo de sufrir enfermedades cardiovasculares, porque los alimentos que la forman contienen pocas grasas saturadas (o grasas “malas”). El mayor consumo de grasa en la dieta proviene del aceite de oliva virgen (grasa monoinsaturada).
Antioxidante
La dieta mediterránea retrasa el envejecimiento gracias a su riqueza en antioxidantes que se encuentran en las verduras, frutas, legumbres, hortalizas y cereales integrales. Además, nos protege del cáncer, la diabetes y el Alzheimer.
Rica en fibra
La dieta mediterránea aporta un elevado contenido en fibra, presente en frutas, verduras y cereales, que nos ayudan a regular la actividad intestinal y mantener alejado el estreñimiento, principal enemigo de un vientre plano.
Reduce la hipertensión
Los frutos secos, llenos de beneficios y típicos en nuestra dieta mediterránea, ayudan a reducir el riesgo de presión arterial elevada, equilibran los lípidos y los niveles de glucosa en sangre.
Ejemplo de menú
A continuación, te facilitamos un ejemplo de menú para adelgazar teniendo como base la cocina mediterránea:
Desayuno: café o té con leche desnatada. Tostada de pan integral con queso fresco y mermelada sin azúcar; o cereales integrales. Zumo de naranja natural.
Media mañana y media tarde: pieza de fruta de temporada o yogur desnatado.
Comida: ensalada verde y pollo a la plancha; o bistec de ternera a la plancha con ensalada de lechugas variadas; o pescado al horno.
Cena: verduras al vapor (brócoli, coliflor, judías verdes…) y tortilla francesa; o ensalada de lechugas con tomate, atún, espárragos y huevo duro.
Consejos
• Recuerda limitar el consumo de carnes rojas a una vez por semana, al igual que los embutidos, frecuentes en nuestros hábitos alimenticios, pero acepta sin vacilar, unas lonjas de buen jamón ibérico, uno de los mayores manjares a nivel gastronómico y poseedor de innumerables virtudes relacionadas con la salud.
• Controla el consumo de sal y sustitúyela por hierbas aromáticas y otros condimentos (perejil, ajo, pimienta…).
• No te prives de disfrutar de una copa de buen vino, pues se ha demostrado que el consumo moderado de vino tinto aporta grandes beneficios a la salud femenina.
[Fuente: mujerdeelite.com]