Presentado en la IFA 2011, y bastante precedido de hype, el Wave III se plantará en el mercado con la esperanza de ser el equipo top de linea basado en la más nueva evolución de Bada, el sistema operativo propietario de Samsung.
Bada 2.0 llega como una mejora necesaria, que pretende consolidar un salto de cara a una primera versión plagada de carencias que no importaron para conseguir un relativo éxito en Corea del Sur y Europa, pero que en el resto de los mercados donde se comercializó no logró cumplir las expectativas, informa wayerless.com.
El metal no lo hace más pesado.
Siquiera antes de encenderlo, lo primero que resalta de este equipo es su cuerpo metálico, el cual ofrece una sensación de rigidez que ya se quisiera el Galaxy S II. Lo mejor de todo es que los materiales elegidos no inciden de forma negativa en el grosor — apenas 9.9 mm — ni el peso final del terminal, el que se empina hasta los 122 gramos.
La tapa de la batería se desliza.
Otra de las particularidades del Wave III es la forma en que accedemos a su batería y los compartimentos de la SIM y la microSD… Sí, se desliza todo el panel trasero hacia arriba para tener un acceso limpio y sin problemas. Cuesta descubrirlo, pero cuando lo logras te das cuenta que es una maniobra bastante sencilla. Este punto ha dividido a nuestro panel de expertos, quienes no han logrado ponerse de acuerdo sobre si esta forma de abrir el teléfono es buena o mala. Personalmente me gusta, pero quizás a ti podría no serte conveniente.
Su batería es de 1500 mAh.
Bada bing, bada bang…
Ya con el equipo encendido, la reina del conjunto es la pantalla: Una pieza de SuperAMOLED de 4 pulgadas capacitiva y con tecnología multitáctil consigue perfectamente el efecto deseado, empujando colores correctos — quizás algo sobresaturados — a una resolución de 800 x 480. La pantalla está acompañada en el panel frontal por un par de botones capacitivos y el clásico botón central.
Sobre la pantalla, cargada hacia la derecha, la cámara frontal para videoconferencias y autofotos te dará apenas una resolución VGA. Punto flaco acá… Es realmente malita.
La cámara cumple, pero apenas con lo justo.
En su parte trasera, y a pesar de estar bajo el estándar de lo que esperamos en un terminal de esta gama, su cámara con sensor de 5 MP parece ser lo suficientemente buena para realizar la tarea encomendada. Buena definición que también replica la función de grabación de video, la que ejecuta su tarea en 720p sin mayores problemas. La decisión en un refresco de línea sería correcta, si no fuera porque tienen la misma configuración que su antecesor.
Su procesador de 1.4 GHz es de sólo un núcleo, pero tiene 1GB de RAM que hace que cualquier cosa que corra este teléfono simplemente vuele. Es muy rápido, muy ágil y el sistema operativo está perfectamente optimizado para este set de especificaciones. Se nota que hubo un trabajo que pulió y mejoró lo existente, incluyendo una serie de mejoras en el software que se agradecen bastante.
Parecido, pero no igual.
Para quienes vienen desde el mundo Android, verán que este equipo — y todos los Bada — tienen mucho del androide verde… Y bueno, pasa que Bada es una especie de Spin-Off comercial del sistema operativo de Google. Samsung se ha encargado de unificar la experiencia lo más posible, haciendo de este Bada con TouchWiz encima algo bastante intuitivo de utilizar. Algo que propicia el cambio entre una plataforma y otra sin mayores contratiempos.
Dentro de las características a destacar en este terminal podemos contar conectividad Wi-Fi 802.11 b/g/n con soporte WPS y Wi-Fi Direct, Bluetooth 3.0 con A2DP, una conexión microUSB para datos y para carga, GPS con A-GPS, geoposicionamiento alternativo utilizando Glonass y un puerto para audífonos con conector de 3.5mm.
Cierran el cuadro de especificaciones un sensor NFC, acelerómetro, sensor de proximidad y de luz ambiental, radio FM y soporte DivX/XviD.
Se ha mantenido la interfaz clásica de Samsung.
A Primera Vista™ este teléfono cumple con todo lo que alguien podría buscar en un equipo de gama media-alta, con la ventaja de no depender de ninguno de los sistemas operativos dominantes del mercado, y con el respaldo que una marca como Samsung puede ofrecer al cliente. Sin embargo, quedan muchas cabos sueltos de cara a plantearlo como una real alternativa, incluso frente a varios de sus primos de la familia Galaxy.
Pero manteniéndolo en el rancho de Bada, el Wave III es una evolución notable frente a sus antecesores y un cambio obligado para los fanáticos de la serie, que — supuestamente — será renovada durante Octubre en mercados selectos.
Quizás un escalón por debajo del resto de las líneas de la marca, este teléfono muestra la importancia que Samsung le otorgó en un momento al desarrollo de una plataforma que dentro de poco saldrá de las fronteras de la fábrica para permitir desarrollos abiertos de parte de la que — quizás — sea una creciente comunidad independiente que le dará a este equipo lo que más necesita: Aplicaciones que permitan personalizar una experiencia que, por ahora, es bastante limitada.