El juez considera que los actos del acusado demuestran que «cualquiera puede producir armas» con una impresora tridimensional y que los actos del condenado acarrean «una grave responsabilidad criminal»
La impresión 3D ha irrumpido con fuerza en los últimos años como una pata para una nueva revolución industrial. Como sucede con otras tecnologías, el ecosistema de leyes se tiene que adaptar. Frente a ello, un tribunal de Yokohama (Tokio), condenó este lunes a dos años de prisión a un japonés de 28 años por haber creado dos pistolas con una impresora tridimensional
Según ha revelado la agencia de noticias Kyodo, el condenado produjo dos pistolas en su vivienda. Yoshitomo Imura ha sido declarado culpable de violar las leyes de control de armas de fuego, posesión de espadas y fabricación de artefactos explosivos vigentes en el país asiático.
Las piezas de un arma impresa en 3D
Imura, según los fiscales que instruyeron el caso, pudo haber causado un grave daño a la sociedad japonesa al desvelar través de internet datos sobre la fabricación de armas de fuego con impresoras 3D, una tecnología relativamente novedosa cuyos precios están bajando y, con ello, más posibilidades de que cualquier ciudadano pueda adquirir una de estas máquinas para su hogar.
El juez Koji Inaba, presidente del tribunal, manifestó que los actos del acusado habían demostrado que «cualquiera puede producir armas» con una impresora tridimensional y que, por lo tanto, los actos del condenado acarreaban «una grave responsabilidad criminal». La fiscalía solicitó una pena de prisión de tres años y seis meses para el acusado, que finalmente quedó en dos años, mientras que el abogado defensor solicitó una suspensión de la sentencia alegando que el acusado desconocía que sus actos fueran ilegales.
La policía de Yokohama detuvo al acusado el pasado mes de mayo tras una investigación propiciada por el hallazgo de un vídeo del condenado en internet en el que mostraba las pistolas y afirmaba haberlas creado con tecnología 3D. Se trata de la primera vez que las autoridades niponas aplican la ley de control de armas de fuego a pistolas producidas por impresoras 3D, al considerar que éstas pueden tener el mismo aspecto que las reales y ser letales.
Fuente [Abc.es]