¡Qué ironía!, la ciudad de Anaco, como tantas otras en Venezuela, posee la riqueza del petróleo y del gas en su sub -suelo, somos ricos, inmensamente ricos, mucho más que cualquier jeque del Medio Oriente, pero la realidad es que la gran mayoría de los ciudadanos no gozamos de las bondades de estar nadando en un océano de hidrocarburos, es tal la injusticia que se vive en estas latitudes del globo terráqueo, que ni siquiera tenemos el asfalto suficiente para acondicionar las calles y avenidas de nuestros municipios.
Todos los sectores de Anaco, como los de Barcelona, Puerto La Cruz, El Tigre, toda Anzoátegui, oriente y el país, son especie de tours por la luna, debido a los grandes cráteres que se dibujan por lo largo y ancho de nuestras barriadas. Pareciera que el crudo que se produce en este país no alcanzase para satisfacer la demanda de asfalto y por ende millones de venezolanos estamos condenados a perder nuestros vehículos, y a vivir en campos bombardeados.
La vialidad es una de la graves situaciones que padecemos hoy, no tan preocupante como los asombrosos índices de inseguridad que se viven en el país, pero igualmente de recriminables y condenables, no es posible que una nación, que según dicen los expertos posee petróleo para unos cuando centenas más, no pueda reparar las deterioradas vías de acceso a nuestros pueblos, sectores y comunidades.
Este Gobierno ha fracasado y en todos los niveles. Por ejemplo yendo desde lo macro a lo micro podemos afirmar que los militantes del Psuv poseen el gobierno nacional, el regional, el municipal, los diputados al Consejo Legislativo Regional, los concejales, es decir tienen todo el poder en sus manos y sólo han sido capaces de sumergir más al pueblo en la miseria, el olvido y el desdén.
Es la hora de un cambio integral, es el momento para que surja una realidad distinta a la que hemos padecido en los últimos 14 años. La ironía del mucho petróleo, pero de la falta de asfalto, se puede emplear a que tienen mucho gobierno, pero todos muy mal ejecutados, se puede evidenciar en que Venezuela, Anzoátegui y Anaco lo tenemos todo pero que carecemos de una buena administración, he aquí la necesidad de que nosotros mismos a través de los venideros procesos electorales nos demos gestiones eficientes y planificadas, con Henrique Capriles Radonski, Antonio Barreto Sira y Jacinto Romero Luna, respectivamente
Esta lamentable sátira de nuestra existencia como nación pronto llegará a su fin. Este siete de octubre los anaquenses, los anzoatiguenses, y los venezolanos empezarán a recorrer los caminos del progreso y de la justicia social a bordo del autobús del futuro que conduce quien será el presidente de todos los venezolanos.
Por: Ana Martínez / @ana_anaco