Quisiera realizar una profunda reflexión sobre el momento que vive nuestra amada nación. Hoy padecemos de inseguridad, alto costo de la vida, escasez, hambre y un caos gerencial que nos está agotando a todos por igual, tanto a quienes se oponen al régimen como a aquellos que aún lo defienden.
Ante esta situación le hago un llamado profundo a los sectores del gobierno para que cesen en un afán politiquero y se concentren en el ejercicio del gobierno, es la hora de los gobernantes desde el Palacio de Miraflores hacia la última alcaldía se pongan a trabajar por el país.
Es sorprendente ver a actores políticos que militan en el Psuv hablando de temas políticos partidistas cuando ocupan responsabilidades administrativas. Y es preocupante porque pierden tiempo en las banalidades de la política cuando el pueblo sigue pasando trabajo.
¡Señores no estamos jugando! El pueblo necesita respuestas ante el caos en los servicios públicos, ante la criminalidad desatada, ante la incertidumbre social y la crisis que se está padeciendo por todos los rincones de la patria.
Dejen a un lado la política de partido y céntrense en la política de Gobierno, eso es lo que espera el pueblo, que las acciones de los gobernantes se manifieste en soluciones a los graves problemas sociales de la nación.
Por otro lado le hago un llamamiento público a algunos factores de la oposición que convergen en la Mesa de la Unidad Democrática (MUD) para que hagan lo propio y cesen en posiciones que no traen nada bueno para la inmensa mayoría de la población.
Primeramente les hablo a los representantes de la oposición en cargo público, ya sea en una gobernación, alcaldía, diputación nacional o regional o concejal, para que se disponga a efectuar su valor ejecutiva o parlamentaria en el ánimo de ayudar a aquel que lo necesita.
Al resto de la oposición que no sustenta cargos de ninguna índole, más allá de hacer política de oficina y panadería, es la hora de salir a la calle, a patear barrios y entregarse a los brazos de un pueblo que pide socorro y una mano amiga que los ayude desinteresadamente.
El pueblo espera y aspira que cada quien haga su trabajo, aquellos que deben gobernar que lo hagan bien y los otros que poseen el rol de controlar, verificar y denunciar también efectúen su tarea en el propósito de servir al ciudadano de a pie.
No es el tiempo de pelear por posiciones políticas, es la hora de trabajar. Unos tienen que hacerlo si desean mantenerse en el poder y otros lo deben hacer aún más fuerte para llegar a él, siempre y cuando cada quien se enfrasque en la necesidad de obtener el espacio gubernamental para servir al pueblo y no para servirse de éste.
¿Tiempo para pelear? No para nada, es la hora de trabajar y hacerlo con ahínco y dedicación.
Por Simone Augello