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El Gobierno nacional no ha aprendido que todos somos venezolanos, que el pensar diferente no nos hace “apátridas”, que tener una visión distinta a la suya no nos prohíbe ser hijos de esta tierra; parece que el régimen entiende al socialismo como exclusión, marginalización y desprecio.
Dicen que el socialismo es igualdad y me pregunto ¿igualdad de quién y con quiénes? Cada día son millones los venezolanos que son víctimas de los problemas de luz y de agua, de la delincuencia.
Habrá igualdad mientras ellos andan con escoltas mientras todos los demás somos posibles víctimas del hampa desatada, habrá igualdad socialista cuando nosotros tenemos que hacer cola mientras ellos consiguen todos los productos sin la necesidad de moverse de sus casas u oficinas.
¿Qué igualdad es esa? Cuando a ti o a mí nos marginan por pensar distinto, por no estar de acuerdo con aquellos que juzgamos incorrecto.
¡Esto no se aguanta más! Los venezolanos queremos un trato justo para todos, para aquel que piensa en rojo, como para aquellos que lo hacen en verde, azul, morado, naranja o blanco.
Venezuela es una sola, no existen diferencias, las barreras entre nosotros y que hoy nos separan han sido construidas bajo un discurso de odio y resentimiento que ha permitido que nuestra nación se encuentre amargamente fracturada.
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La justicia es que todos seamos tratados de la misma forma, que cada ciudadano tenga la misma posición frente al país y todo lo que este representa.
No obstante no solamente es el Gobierno el excluyente sino que la mismísima oposición en cierta forma actúa de forma sectaria en algunas ocasiones, es justamente este sentimiento de rencor social y político lo que debemos desechar de nuestras vidas.
Lastimosamente Hugo Chávez en vez de dejar un legado de prosperidad y hermandad, a su paso dividió la sociedad nacional, entre pobres y ricos en primera instancia y cuando los pobres o muchos de ellos se dieron cuenta que “ser rico no era malo” como les decían, él trato de fraccionarnos entre buenos y malos, revolucionaros y apátridas, socialistas vs. Capitalistas, lo que hoy es la causa de tanta conflictividad.
La escasez golpea tanto al oficialista como al opositor de a pie; la delincuencia no pregunta de qué bando es uno para robarlo o asesinarlo; no, no señores el pensar distinto no debe significar que seamos enemigos.
Tenemos que hacer un esfuerzo enorme para encontrarnos nuevamente para estrecharnos los unos y a los otros, y respetando las creencias de cada quien trabajemos para sacar a Venezuela de la triste situación económica, social y política en la cual está sumergida.
El camino no es hablar de Paz, como hace el Gobierno, mientras se empuña un fusil, no es hablar de diálogo mientras se ordena a Colectivos atacar manifestantes. ¡Entiéndalo!
Simone Augello / @Simone_Augello