Quisiera abordar en esta oportunidad el tema de las comunas, que son las banderas que vienen levantando los voceros del partido de Gobierno.
Primeramente me gustaría hacer una salvedad, aunque las comunas es la unión de varios Consejo Comunales, también es verdad que no son lo mismo, los consejos comunales son los herederos legítimos de las antiguas asociaciones de vecinos, son centros de organización comunitaria para la lucha de los problemas en cada sector, en cambio las comunas irradian un poder mayor, que sin entrar a juzgarlo a profundidad sobre lo conveniente o no de ellas, es bueno expresar que son estructuras supra-vecinales que compiten con las alcaldías.
El estado comunal, que según las palabras de sus defensores son instrumentos para darle más poder al pueblo mientras que para sus detractores son herramientas del centralismo más caduco, es un tema que nos interesa a todos, porque pareciera que el Gobierno nacional va a emprender la formación de estas, por lo menos en su etapa inicial, lo que nos obliga a comentarlas, analizarlas y reflexionarlas.
Los anzoatiguenses, como todos los venezolanos, debemos evaluar esta propuesta del estado comunal, si en verdad traerán mejoras a las comunidades o si en vez de ello serán promotoras de una anarquía en el manejo de los asuntos administrativos, porque como dicen en mi pueblo “muchas manos ponen el caldo mora’o”.
Según lo que se desprende de los textos sobre el estado comunal, según las palabras de sus proponentes, este viene a tomar la conducción de varias responsabilidades que hoy están en las manos de los alcaldes, como por ejemplo la recolección de basura, así como obras puntuales en las comunidades, pero ahora bien, a pesar que estoy totalmente a favor de que las comunidades sean motores fundamentales de las soluciones de sus problemas también es cierto que la organización en muchas manos resta responsabilidades puntuales. ¡El tiempo dirá que fue lo mejor!
Las comunidades deben organizarse, de esto no cabe duda, pero cuál debería ser el poder de esta organización, será mejor el empoderamiento social que reemplace a las alcaldías y concejos municipales, que por cierto estos últimos con el estado comunal serían los primeros en pasar a un segundo plano, porque el pueblo en comunas ya no necesitaría representatividad en un Concejo Municipal.
Somos cada uno de nosotros, evaluando lo positivo y negativo de esta propuesta, quienes debemos tomar la decisión, porque sin lugar a dudas es vital el compromiso de la ciudadanía con la acción de desarrollo comunitario, pero también se debe puntualizar que el orden y la visión es fundamental para que ese desarrollo no sea anárquico y que no se desvirtúe, como ha sucedido.
Por Simone Augello / @simone_augello