Así como en economía conocemos los procedimientos de la cadena de producción y de comercialización, de igual manera existe la de la escasez.
Sabemos que la cadena de producción de basa, por ejemplo: en la semilla, luego la siembra de la misma. El cultivo necesita mano de obra y éste a su vez una serie de utensilios de trabajo, abonos, fertilizantes, agua; luego de recolectada la cosecha se tiene que guardar en sacos en unos depósitos.
En el ámbito de la comercialización: De los productos pasa al distribuidor quien necesita vehículos para el traslado, almacén, y otras herramientas y posteriormente el vendedor final que tienen que mantener un local y otras aspectos para poder colocar a la venta el producto.
Con la escasez pasa igualmente lo mismo, existe una cadena de pasos que se van cumpliendo.
Sigamos con el tema del maíz, pero el precocido el que sirve para hacer las arepas.
Si no hay maíz no se tiene que sembrar, por ende, no existe producción. No obstante lo conseguimos, viene la segunda faceta encontrar las vitaminas, abonos y fertilizantes, sin estos corremos el riesgo de perder la cosecha y la inversión.
Ya superados estos escollos, encontramos todo lo anterior y tenemos ya el maíz blanco listo, no obstante éste necesita algunos detalles para optimizarlo e inicia otra vez la odisea para vencer la escasez.
Cuando vencemos todo esto, necesitamos empacar el producto, luego necesitamos tinta para colocarle el nombre, lista de características y valores calóricos y proteínicos, además del precio, sin esto no se puede vender.
¡Ya conseguimos la tinta! Pero necesitamos cajas, sin las cajas no podemos trasladar varios paquetes.
Luego la red de distribución y para mantenerla necesitamos respuestas, desde cauchos hasta el mantenimiento más profundo de las distintas unidades.
Dentro de la cadena de producción, se hará necesario una serie de instrumentos, herramientas y recursos, que al desaparecer alguno produce una caída en la cadena obstaculizando su avance en la producción del alimento.
Todo lo expuesto se centra indiscutiblemente en la necesidad de que una economía sana esté basada en el abastecimiento de todas las necesidades de una sociedad que busque avanzar en el aspecto autosustentable.
La escasez no sólo empeora nuestra calidad de vida, sino que nos condena a un creciente estado de inoperatividad permanente que oxida las facultades de progreso de cada uno de nosotros como parte de un gran conglomerado humano de expectativas, sueños y anhelos.
Por Simone Augello