En muchas ocasiones lo he expresado: este es un gobierno que de todo arma un show y no muestra resultados concretos en sus anuncios, planes o programas. La supuesta lucha contra el contrabando en la frontera, es otro ejemplo claro de esta aseveración.
¿Por qué es un show? Porque se limitan a armar un espectáculo ordenando el cierre de la frontera, que por cierto es una decisión unilateral como lo reveló la Canciller de Colombia, cuando con eso no se ataca de fondo el problema del contrabando que desangra al país y acaba con la paz y la tranquilidad de los venezolanos.
La semana pasada lo dije en una entrevista a través de Venevisión. Los alimentos y la gasolina no tienen alas para volar. Buena parte de esos cargamentos cruzan la frontera impunemente y “protegidos” por la mirada cómplice de quienes ofenden su uniforme recibiendo pagos ilegales de las mafias que manejan esos negocios.
Aquí lo clave no es cerrar la frontera en horas nocturnas, sino que el gobierno de verdad y con mano férrea verifique y castigue a los funcionarios que tienen bajo su responsabilidad cuidar nuestra soberanía, pero que caen tentados por el dinero de quienes se enriquecen llevando la gasolina y los alimentos que deberían ser para el consumo de los venezolanos.
Sin esa complicidad sería casi que imposible que camiones de todos los tamaños crucen la frontera con la gasolina y los alimentos que se venden a precios muy altos en Colombia. Esa alianza no oficializada es lo que debe atacar el gobierno. De nada hacen destacando 17 mil efectivos en la frontera, si no hay un castigo ejemplar contra quienes se corrompen.
Pero el show no se queda ahí. Al gobierno le interesa que el contrabando siga siendo noticia, porque con eso tiene los argumentos para “justificar” la escasez que se vive en Venezuela y que se siente con mayor fuerza en el Zulia como consecuencia de la labor de los “bachaqueros”.
¿Por qué el “bachaqueo” sirve a los intereses del gobierno? Muy sencillo, porque al acusar al contrabando de generar la escasez que a todo nivel de vive en Venezuela, continúan escondiendo el fracaso del modelo socialista que quebró al país y mató el aparato productivo nacional.
Todo forma parte de una misma tramoya. Esa que pretende endosar a otros los problemas que padece el país y que son responsabilidad única y exclusiva del gobierno de Chávez y ahora de la gestión de Maduro. Tienen 15 años con el poder en sus manos. 15 años mintiéndole al país. 15 años manipulando a una parte de la población.
Son 15 años de destrucción que se evidencia en la calamitosa situación que vive el país. Estamos tan, pero tan mal, que celebran como si fuera un acto heroico que la Asamblea Nacional apruebe recursos cuantiosos para comprar en el exterior los productos de higiene personal que ya no somos capaces de producir en Venezuela.
Venezuela está al borde de un profundo barranco. Los venezolanos estamos siendo castigados por quienes han destrozado a la nación. Pretenden que el pueblo con el aumento de las tarifas eléctricas, el proyectado ajuste de los precios de los combustibles y con otras medidas; tape el hueco que le han hecho al Tesoro Nacional.
¿Y cuál es la solución a este desastre? Que todos los venezolanos conscientes de la crisis asumamos que el conformismo los ayuda a mantenerse en el poder. El pueblo tiene que activarse, porque sin esa participación de nada sirve el esfuerzo que los partidos políticos están haciendo a pesar de las dificultades. Sólo la sinergia de ciudadanos y partidos, podrá sacar a Venezuela de esta pesadilla.
Por Pablo Pérez