Una compañía británica dedicada a tareas de vigilancia negó este jueves haber sido responsable de la colocación de un micrófono secreto en la embajada de Ecuador en Londres, donde está refugiado el fundador de WikiLeaks, Julian Assange.
En un comunicado divulgado por Surveillance Group Limited, con sede en Worcester (al oeste de Inglaterra), su consejero delegado, Timothy Young, dijo que es «completamente falsa» esta afirmación. El canciller de Ecuador, Ricardo Patiño, informó el miércoles en Quito del hallazgo del micrófono y que, de acuerdo a las primeras indagaciones, se sospecha de Surveillance Group Limited, a la que calificó como una de las mayores compañías de «vigilancia encubierta» en el Reino Unido.
«Hemos escuchado esta mañana una acusación, cuya fuente es aparentemente Ricardo Patiño, el ministro de Asuntos Exteriores ecuatoriano, sugiriendo que nosotros pusimos un micrófono en la embajada de Ecuador», señala la nota de Young.
Deducimos que lo que se perseguía era disponer de información directa «Esto es completamente falso. El Surveillance Group no está ni ha estado involucrado en ninguna actividad de esta naturaleza. Ningún miembro del Gobierno ecuatoriano nos ha contactado y nuestra primera notificación sobre este incidente ha sido a través de la prensa esta mañana.
Esta es una afirmación totalmente falsa», agregó. En su página electrónica, este grupo afirma ser experto en tareas de vigilancia para ayudar a las fuerzas del orden y a las autoridades locales en relación con asuntos como comportamiento antisocial, drogas, prostitución o violencia.
De acuerdo con el canciller ecuatoriano, el dispositivo fue hallado el pasado 14 de junio en el despacho de la embajadora de su país en Londres, Ana Albán, dos días antes de su visita a esta capital, donde se reunió con su colega británico, William Hague, y también con Julian Assange.
El dispositivo fue encontrado escondido en el cajetín de un enchufe eléctrico, señaló Patiño, quien precisó que el aparato es de fabricación británica, sofisticado, que funciona con una tarjeta SIM de conexión telefónica.
«Deducimos que lo que se perseguía (a través de esta escucha) era disponer de información directa» del despacho de la embajadora, añadió el canciller. En su visita del mes pasado a Londres, Patiño y Hague acordaron formar una comisión de juristas para tratar de resolver el caso de Assange, quien lleva un año refugiado en la embajada de Ecuador.
Quito ha concedido al fundador de WikiLeaks el asilo político pero Londres se niega a concederle un salvoconducto para que pueda abandonar el país sin ser detenido, ya que es requerido por las autoridades suecas en relación con unos supuestos delitos sexuales. La Justicia británica autorizó el año pasado le entrega de Assange a Suecia, pero el periodista cree que detrás de este proceso judicial hay una trama para ser llevado a EEUU por haber revelado miles de cables confidenciales y comprometedores de ese país.
Fuente: EFE