En los tiempos que corren es inevitable hacer mención de la influencia de las redes sociales en todos los ámbitos de la vida, también en el terreno emocional. Últimamente se viene observando una influencia muy negativa de las redes sociales sobre la salud emocional que puede provocar graves problemas de autoestima. El mayor peligro es que también se ven afectados los más jóvenes. Las redes sociales como causa de baja autoestima.
El efecto negativo de las redes sociales en la autoestima
Estás echando un vistazo al Twitter y te dices a ti misma que la naturaleza no te dotó de un ingenio con tanta chispa como el que observas en muchos twitteros. Cuando cotilleas en Facebookte das cuenta de que tu vida no es comparable a la que retratan tus contactos en esa red social. Y seguramente te faltan algunos cursos de fotografía para estar a la altura de esas fotos que te encantan en Pinterest.
Puede que tengas razón, pero el origen de tu malestar, de ese malestar que está provocando que tu autoestima se desmorone, es la comparación. El error está en intentar imitar a los demás, en desear la vida de los demás y no fijarte en la tuya propia. Y el error también está en creer que todo lo que ves en las redes sociales se ajusta a la realidad.
La mayoría de las personas no tienen una vida tan interesante como lo que proclaman sus redes sociales. El 80 % de esa intensa vida está más que maquillada. Pero, en todo caso, tendrás que aprender a observar lo que tienes a tu alrededor, a disfrutar de tu vida, a apreciar lo que tienes sin necesidad de echar un vistazo a cómo viven los demás.
Cómo afectan las redes sociales a la autoestima de los más jóvenes
Parece bastante claro el peligro que tienen las redes sociales sobre la autoestima si no se gestiona bien su uso. Si los adultos se ven llenos de dudas, envidias e inseguridades a causa de las redes sociales, el efecto sobre los más jóvenes es demoledor para su salud emocional. Se trata de un problema que aún está empezando y del que seremos plenamente consciente dentro de unos años.
Pero la tendencia es que nuestros niños y adolescentes crecerán siendo dependientes de la opinión ajena, intentando emular a los compañeros más populares, exigiendo a sus padres cosas que los igualen a aquellos a quienes envidian. La consecuencia de esta actitud no es sino el aumento de los trastornos emocionales como la depresión o la ansiedad. Y, por supuesto, una baja autoestima.
Y no existe una solución para frenar este deterioro de la autoestima de los más jóvenes a causa de las redes sociales, porque su utilización va en aumento. ¿Cuántas horas dedicamos al día los adultos a las redes sociales? Tal vez no seamos el mejor ejemplo para los más pequeños de la casa.
Fuente [Diariofemenino.com]