La entrada en vigencia de la Ley de Tabaco está provocando que sean cada vez menos los espacios donde está permitido fumar. Los estadios, discotecas, restoranes, casinos y centros comerciales, salieron de la lista de lugares donde el humo del cigarrillo solía estar presente.
Estas restricciones buscan proteger la salud de quienes no consumen tabaco, pero que, al estar en contacto con el humo del cigarrillo, se transforman en fumadores pasivos. Si la mayoría de los espacios públicos se declaran libres de humo, puedes tomar la opción de fumar solo en tu casa o dejar atrás la costumbre de fumar.
Aunque dejar de fumar transforma tu metabolismo y aumenta tu ansiedad, te entregamos nueve consejos que mantendrán tu cuerpo balanceado y evitarán que subas de peso. ¿Por qué tranzar tu figura por terminar con un mal hábito? Si el objetivo principal es impedir que el cigarrillo siga invadiéndote, no lo pierdas de vista.
1. Modera tus comidas. Además de saber cuánto, debes aprender qué alimentos llevar a tu boca. La ingesta de frutas, carnes, lácteos y otros productos de la pirámide alimenticia te nutrirán y balancearán tu cuerpo sanamente. Adiós a la comida chatarra y al exceso de dulces. Bebe mucha agua para calamar las ganas de encender el cigarrillo, limpiar tu organismo, hidratarte y aplacar el hambre.
2. No a los antojos. Los antojos y las ganas de comer grandes cantidades de comida serán frecuentes. Lo importante es preguntarte a ti misma si realmente tienes hambre y cuánto es lo que deberías comer según la hora y la actividad que realices. Evita comer justo antes de dormir y mide las porciones. Si comes cada tres horas no te desesperarás en comerlo todo apenas tengas la oportunidad. El médico cirujano especialista en enfermedades respiratorias y experto en tabaquismo, Sergio Bello, aconseja “no comer a deshora, sólo en los horarios establecidos, prefiriendo alimentos sanos, muchas verduras y frutas, sin condimentos”.
3. Usa la mesa. Come sólo al sentarte a la mesa o en los espacios habilitados para hacerlo. Así establecerás los horarios de comida. Evade los elementos que te incitan a comer.
4. Elige snacks nutritivos. Si te desesperas por la ausencia del tabaco y necesitas ocupar ese tiempo, prefiere comer snacks como semillas de girasol, trocitos de verduras como zanahoria o apio. Los alimentos grasos, pero saludables como los frutos secos o las aceitunas, también mantendrán bajo control la ansiedad.
5. Regula tu metabolismo. Fumar acelera el proceso en que tu cuerpo quema calorías debido a la acción de la nicotina. Si ya no fumas, probablemente el aumento de kilos se produzca porque el organismo normalizará el metabolismo. Con una alimentación nutritiva que incluya siempre el desayuno, facilitarás la regulación del metabolismo.
6. Bebe menos café. La nicotina del cigarrillo provoca que la cafeína se procese más rápido. De esta manera, si dejas de fumar, todo el café que tomes te afectará en mayor medida. Reducir a la mitad la cantidad de café diario es un buen método para no contaminarte de sobremanera.
7. Ejercítate. Salir a caminar, trotar, andar en bicicleta, bailar o la actividad física que te guste, revitalizará tu cuerpo y controlará tu peso. Para no ser contraproducente y dañar tu salud, consulta al médico la exigencia de tu ejercicio y el tiempo que deberías dedicarle.
8. No te engañes. Las dietas milagrosas no sirven. Por el contrario, tu metabolismo se desajusta y sólo crearás problemas en tu cuerpo e incluso ganarás peso. Mantener una alimentación saludable y estable es la mejor forma de acostumbrar tu cuerpo al bienestar.
9. Productos especiales. El doctor Sergio Bello comenta que hay otras alternativas que complementan el proceso sin necesidad de subir kilos. “Dentro de los medicamentos útiles que ayudan a dejar de fumar, los sustitutos de nicotina y en especial los chicles ayudan también a controlar el aumento de peso”, señala.
Entre los tipos de fármacos que son utilizados para conseguir dejar el tabaco, están el bupropión y la vareniclina. Estos deben ser recetados por el médico para evitar complicaciones.
Apagar el cigarrillo y mantenerte en forma no es incompatible. Siguiendo estos consejos con responsabilidad y orden, garantizarás el éxito en el camino a dejar de fumar sin transformarlo en una lucha contra el peso.