No solo nuestra piel envejece con el paso de los años, también lo hace nuestro cabello pues como todos los tejidos de nuestro cuerpo, el pelo tiene fecha de caducidad. Si con la llegada del frío el cabello comienza a caerse para renovarse y existen multitud de consejos para que sepamos cómo cuidar el cabello en otoño también debemos conocer cómo prevenir el envejecimiento de nuestro pelo y cómo tratarlo llegado el momento.
El envejecimiento de nuestro cabello se debe a que las células que regeneran todos los tejidos subcutáneos presentes en el folículo piloso, donde comienza el nacimiento del pelo, tienen su máxima actividad regenerativa en torno a los 25 años de edad. Es en este momento cuando la regeneración celular comienza a disminuir y el cabello empieza a envejecer de forma paulatina. Ante esto poco podemos hacer, ya que esta acción está programada genéticamente y varía en función de cada persona. Pero no solo la genética influye en este envejecimiento, factores externos como los tintes, las mechas, el frío, la mala alimentación o el tabaco, son enemigos de una melena joven y sana.
Estos factores externos aunque afectan al envejecimiento del cabello lo hacen solo en su versión visual, no en la celular. El primer síntoma de que nuestro pelo ha comenzado a perder juventud se manifiesta con la aparición de las canas. Este fenómeno se produce debido a la ausencia de melanina en el cabello. En la segunda fase podremos observar una disminución de la producción de keratina con lo que el cabello se vuelve más débil, mate y seco. En la tercera y última fase comenzamos a perder el pelo de forma natural y esta etapa se manifiesta más allá de los 70 años.
Aunque a los 20 años ya empezamos a notar los primeros síntomas de envejecimiento en nuestro cabello con pérdida de brillo y sequedad, no es hasta los 40 años cuando nuestro pelo comienza a perder densidad y se vuelve más difícil de manejar a causa de la reducción de sebo. Pero sin duda, será a los 50 años cuando la textura del cabello así como su densidad nos obligarán a redefinir el estilo, el corte y el color del mismo.
Una vez nuestro pelo haya envejecido, hecho que se producirá a partir de los 40 años, debemos adoptar una serie de hábitos para conseguir que luzca lo más sano posible. Así, uno de estos hábitos pasa por el uso de un buen champú que limpie en profundidad de los agentes externos como la polución y las siliconas. Un buen acondicionador que aporte flexibilidad y la utilización de lociones para fortalecer desde el interior, son otros de los productos que debemos utilizar para conseguir un cabello más fuerte y resistente, así como tener muy presentes las claves de la dieta capilar.
Además, uno de los hábitos que debemos evitar una vez llegado el envejecimiento celular es el de la decoloración, pues con ella solo conseguiremos un aspecto mucho más seco y apagado en nuestro pelo, aunque si insistes, no puedes pasar por alto cómo cuidar el cabello teñido o decolorado para mantenerlo sano y bonito.
[Fuente: mujerdeelite.com]