En la actualidad la sociedad es muy reacia al tema de la muerte, aunque es inevitable enfrentarse a ella, por lo que cuando esto sucede la mayoría de las personas suelen enfrentarla de manera intuitiva e improvisada. Cuando los niños están implicados, pues es uno de sus seres queridos quien ha fallecido, la mayoría de los adultos suele fallar y no les ayuda a enfrentar el duelo.
Ante esto, ¿cómo ayudar a los niños a enfrentar la muerte de sus abuelos? Veamos:
No eludir el tema
Hay tres factores muy importantes a tomar en cuenta, en primer lugar están las creencias de los padres, en segundo lugar la edad que tengan los pequeños y como último la relación del niño con sus abuelos.
En la actualidad se elude mucho el tema de la muerte, especialmente en los medios de comunicación en programación dirigida a los niños, alejándolos un poco de lo que es la vida en realidad. Tradicionalmente se realiza el velorio, entierro y funerales, a fin de que social y culturalmente las personas puedan ir afrontando la muerte; entendiendo que ese ser querido ha muerto y no regresará.
Decir siempre la verdad
En el momento en que muere uno de los abuelos hay que decirle la verdad al niño, pero siempre y cuando el mensaje esté adaptado a su edad. Hay que decirle claramente que el abuelo a abuela ha muerto y que no le verá mas, que estará presente en su recuerdo y en el de todos.
Ayudarlo a aceptar
Ante una situación de duelo es muy importante tomar en cuenta la edad del niño, por ejemplo, cuando mueren los abuelos y el niño es muy pequeño (de dos a cinco años) no se le debe llevar a las ceremonias propias de la muerte, pero si es un poquito mayor sí; pues de esta manera se va familiarizando con el tema.
También los especialistas recomiendan que durante un tiempo se les debe llevar con frecuencia al cementerio para que vean la tumba del abuelo o abuela, y de esta manera se le estará ayudando a aceptar su muerte, así le produzca tristeza.
No esconderse
Uno de los mayores errores que cometen los adultos es esconderse de los niños para llorar ante la pérdida de un ser querido y no hablar del tema. Esto crea en los niños un sentimiento de mucha responsabilidad, pues empezarán a reprimir sus sentimientos por la muerte de su abuelo para no hacer daño a los padres. Lo recomendable es llorar y hacerlo todos juntos, compartiendo el dolor para despedirse de la persona que ha fallecido.
Atentos a las manifestaciones de tristeza
Los adultos, especialmente los padres deben estar muy atentos a las formas como el niño manifieste su pena, pues esto puede variar en función de su edad. Si regresan conductas ya superadas, juegos violentos, irritabilidad o enojo, se debe prestar atención y en caso de persistir por un tiempo prolongado llevarlo a un especialista.
No tener miedo a las preguntas
Es muy probable que, tras la muerte de uno de sus abuelos, los niños empiecen a hacer preguntas como ¿me voy a morir yo también?, ¿te vas a morir tu? y otras interrogantes. Siempre se le debe responder sin mentiras, con mucha calma y ayudándolo a entender que en la vida hay cosas difíciles.
No romper con la rutina
Los niños no bien el duelo igual que los adultos, por lo que en un momento puede estar triste, pero enseguida quiere jugar. Se le debe respetar su rutina y dejarlo jugar cada vez que quiera hacerlo, pues al ver que no hay cambios dramáticos en su rutina diaria, poco a poco aceptará la pérdida de ese ser tan querido como su abuelo o abuela.
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