Con el aumento de la incidencia de la obesidad infantil, los padres de familia, las escuelas y hasta comunidades enteras se están sumando a la iniciativa para ayudar a los pequeños a comer más sanamente.
Al recorrer los pasillos del supermercado, debemos tener en cuanta algunas cosas:
-La etiqueta de información nutricional, la cual indica el número de calorías y el porcentaje de nutrientes que una porción aporta a la dieta diaria; y
-La lista de ingredientes de la etiqueta de todo alimento preparado y envasado, la cual enumera cada uno de los ingredientes que se usaron para elaborar el producto (el orden de aparición de los ingredientes se relaciona con la cantidad presente en el producto)
Si en el cereal que le gusta a tu niño, aparece primero algún tipo de grano, tal como maíz o avena, es una buena señal. Pero si lo que aparece primero es fructosa, jarabe de maíz rico en fructosa o sacarosa (en otras palabras, azúcar), eso nos dice que las azúcares añadidas están ocupando el lugar de otros ingredientes más nutritivos.
Para los productos frescos de la sección de frutas y verduras de tu supermercado, si quieres saber cuántas calorías o nutrientes contienen, puede buscarlos en internet.
Otro factor al que debemos prestar atención es al tamaño de las porciones, el contenido de un envase no necesariamente es una porción de los nutrientes enumerados en la etiqueta de información nutricional; si sólo quiere comer una porción
El porcentaje del valor nutricional diario: indica qué porcentaje de la cantidad diaria recomendada de cada uno de los nutrientes contiene una porción de cierto alimento. En función de la cantidad de cada nutriente recomendada para un día, 5% o menos es un contenido bajo, y 20% o más es un contenido alto.
Los nutrientes: elige entre una variedad de alimentos ricos en nutrientes. Trata de consumir 20% o más de proteína, fibra, y algunas vitaminas y minerales esenciales (como vitamina C y calcio) en una sola porción. Limita la ingesta de grasas saturadas y sodio a 5% o menos por porción de alimento. Evita a toda costa consumir grasas trans o ácidos grasos trans; estas grasas dañinas elevan el nivel de colesterol malo (LDL) y reducen el del colesterol bueno (HDL).
Fuente [Tendencias.yahoo.com]