Maduro afirmó este miércoles que Uribe encabeza un supuesto plan magnicida que contempla el ingreso a Venezuela de 32 mercenarios, quienes además atentarían contra otros dirigentes del oficialismo.
El Gobierno colombiano rechazó este miércoles las acusaciones “delirantes y calumniosas” del gobernante de Venezuela, Nicolás Maduro, quien afirmó que el expresidente Álvaro Uribe Vélez dirige un plan para supuestamente intentar asesinarlo.
El “Gobierno de Colombia rechaza acusaciones delirantes y calumniosas del dictador Maduro contra dos colombianos que han dedicado su vida a servirle a la democracia: el expresidente Álvaro Uribe Vélez y el embajador (de Colombia en Estados Unidos) Francisco Santos”, dijo el canciller colombiano, Carlos Holmes Trujillo, en Twitter.
Maduro afirmó este miércoles que Uribe encabeza un supuesto plan magnicida que contempla el ingreso a Venezuela de 32 mercenarios, quienes además atentarían contra otros dirigentes del oficialismo.
“He sabido de un plan dirigido por Álvaro Uribe Vélez, con la participación del embajador de Colombia en EE.UU., Francisco Santos, un plan que se ha discutido con Léster Toledo, (…) para ingresar a Venezuela 32 mercenarios para venir a intentar asesinarme y asesinar a dirigentes de la revolución”, dijo Maduro durante un acto del Gobierno.
En otro mensaje en Twitter, Trujillo escribió que “el dictador Maduro” acude a las calumnias que tienen como fin “distraer la atención de la grave crisis en la que tiene a Venezuela, y de las repudiables violaciones a los DD.HH. de su régimen”.
Según Maduro, en Colombia “le tienen terror a la revolución chavista bolivariana” y aseguró que por eso planean su asesinato.
“Álvaro Uribe Vélez, Francisco Santos y Léster Toledo, lo han discutido en el búnker en la casa donde vive Álvaro Uribe Vélez”, reiteró el dirigente chavista.
Uribe, que fue presidente de Colombia entre el 2002 y el 2010, ha sido un constante crítico de los gobiernos del entonces presidente Hugo Chávez y del actual mandatario Maduro, a quienes culpa, entre otros asuntos, de la migración venezolana.
Toledo, en tanto, es un dirigente político venezolano del partido Voluntad Popular, que se encuentra en el exilio desde 2016, después de que se iniciara una investigación sobre él por supuesto terrorismo y otros delitos.
Maduro acotó que en Colombia no solo existe una “campaña” en contra de Venezuela y contra él, sino que además “desde Colombia se preparan actos violentos”, aunque sostuvo que se encuentra protegido “por Dios y con la fuerza del Estado venezolano” para “vencer todos los planes violentos, todos los planes de mercenarios”.
Maduro ha denunciado cerca de 30 planes magnicidas en su contra desde que asumió el poder en 2013.
Las relaciones entre Colombia y Venezuela han pasado por varios períodos de tirantez desde la llegada al poder del chavismo en 1999, y este año el presidente de Colombia, Iván Duque, fue uno de los primeros mandatarios regionales en reconocer al líder del Parlamento, Juan Guaidó, como presidente encargado de Venezuela.
Colombia y otros 50 países alegan que las elecciones presidenciales de mayo de 2018 no contaron con todas las garantías y por tanto no reconocen a Maduro como gobernante legítimo de Venezuela.
Ese país suramericano atraviesa una crisis social, económica y política que ha obligado, según cifras oficiales, a que más de 1,4 millones de venezolanos huyeran a Colombia.