Teñir con elementos naturales no es una ciencia moderna. Las culturas autóctonas y aborígenes han usado frutas, especias, hierbas, cortezas y todas partes de diversas especies vegetales para teñir fibras naturales en tejidos y elementos desde tiempos inmemoriales. Pero hoy aprenderemos un uso diferente de especias en la tintura: veremos cómo resaltar el color de tu cabello, tiñéndolo con simple té.
¿Por qué usar té para teñir el cabello?
Elegir las soluciones naturales para nuestros rituales de belleza y cosmética es siempre una decisión acertada. Evitar los químicos no sólo te permite mayor salud actual, sino también evitar condiciones corporales que propician el desarrollo de ciertas enfermedades.
Ha quedado demostrado que los químicos de los tintes comerciales para el cabello propician las condiciones para el desarrollo de algunos tipos de cáncer, incluyendo el linfoma de Hodgkin. También alteran tu balance químico y presentan, a menudo, condiciones adversas en lo referente a sus efectos secundarios, incluyendo reacciones alérgicas, debilitamiento y caída del cabello, sensación de ardor y picazón y otras tantas.
Como vemos, elegir soluciones naturales es el paso a seguir para una vida más plena y saludable, hoy y a posteridad.
Los teñidos con té en las telas y prendas de vestir son ideales, pues logran una coloración uniforme, permanente, que no se destiñe ni descolora en los posteriores lavados. De igual modo, puedes usar hebras de té preparadas en infusión para cubrir y pigmentar cabellos claros, en especial esas primeras pocas canas, sin la necesidad de recurrir a tintes químicos que terminan por dañar tu cabello.
También el té, además de colorear el cabello blanco y canoso de manera natural y uniforme, aporta un brillo inigualable a toda la cabellera. Incluso se puede lograr diferentes tonos, desde un rubio claro hasta un castaño regular, utilizando diferentes variedades de té y en infusiones más o menos cargadas o reposadas. Veamos la metodología.
Prepara la infusión en agua hirviendo, reposando una a dos cucharadas de té en hebras (más para tonos más oscuros, con más tiempo de reposo en el agua) en unas dos tazas de agua hirviendo. Deja hasta que la infusión se enfríe o se entibie, y cuela, colocando el líquido dentro de una botella plástica para facilitar su aplicación.
Aplica sobre tu cabello luego del shampoo, deja actuar en suaves masajes, enjabonando tu piel mientras actúa el té para evitar leves manchas en tu cuerpo. Luego, simplemente enjuaga, y deja secar o aplica la secadora, a tu preferencia.
De preferencia, usa hojas o hebras de té natural, aunque en casos de necesidad puedes utilizar incluso saquitos o bolsitas de té comercial.
El té verde será muy delicado en su color, mezclándolo con zumo fresco de limón puede aportar brillo y luz a los cabellos claros. Por su parte, el té rojo, el de Ceylán y el negro serán los más adecuados para lograr coloraciones más notorias. Recuerda que un té más intenso, aplicado y dejándolo reposar por más tiempo sobre tus cabellos, te dará una coloración más oscura y pronunciada.