La experiencia sexual de la mujer es muy distinta de la del hombre. Comprendiendo lo que le gusta y lo que le disgusta es muy fácil ser un buen amante. Pero… ¿Qué es lo que produce placer a una mujer? Posiblemente la primera y más grande queja de todas las mujeres es que sus parejas no les dedican el tiempo suficiente.
El cariño
En el aspecto sexual las mujeres son mucho más complicadas y sus deseos son mucho más extensos y variables que los de los hombres. Son capaces de responder a la caricias en grandes áreas de su piel y si la estimulación es adecuada pueden obtener orgasmos de formas muy variadas. Entendiendo esto es fácil deducir que cada hombre ha de explorar y comprender el cuerpo de su compañera ya que, desafortunadamente para ellos, cada mujer es un mundo.
Como la respuesta sexual masculina es muy simple muchos hombres tienden a pensar que las mujeres son iguales a ellos, es decir, que se excitan fácilmente con la vista, se estimulan fácilmente en el pene y desean el orgasmo cuanto antes. Y esto es bueno, y la mayoría de las mujeres cuando se masturban lo hacen igual… pero… las mujeres, en general, le piden a una sesión de sexo compartido mucho más que eso.
La sensibilidad
Hacer que una mujer disfrute no solo es una cuestión de técnica. El hombre si quiere hacerlo bien, ha de ser lo suficientemente sensible para darse cuenta de lo que ella le está pidiendo en cada momento. Y sobre todo olvidarse de lo que se debe y no se debe hacer y dedicarse a disfrutar también.
Una de las cosas más desagradables es sentir que tu pareja se está esforzando mucho para que lo pases bien, todas las mujeres lo perciben y en muchos casos esto es suficiente para perder la excitación. Hacer bien el amor a una mujer empieza precisamente haciendo el amor, es decir, mostrando el amor que se supone que forma parte de toda relación sexual.
El deseo
Las mujeres quieren sentirse deseadas y amadas antes de “entrar en harina”, entendiendo por amor no tanto compromiso como identificación y respeto por eso para una mujer es muy importante la apariencia personal y los detalles delicados, los gestos amorosos y las expresiones tiernas. No olvidemos que sexo y ternura tienen la misma forma de expresarse y que es muy fácil pasar de una a otro, para las mujeres la clave consiste en no tocar los genitales ni cualquier otra zona considerada erógena al principio.
El juego de las adivinanzas
Para hacer esto bien lo mejor es hablar y saber escuchar, muchas mujeres tienen dificultades para expresar sus necesidades sexuales y prefieren jugar al juego de las adivinanzas, pero un amante hábil es perfectamente capaz de captar esos sutiles detalles con los que todas las mujeres expresan sus deseos o preferencias sexuales.
Uno de ellos es tomar conciencia de lo que ella te hace aunque no te guste seguro que a ella si y por eso lo hace. Otro es estar atento cuando habla en general de temas sexuales es una forma críptica de expresar sus fantasías.
Pero si tu pareja a pesar de todo la mujer en tu vida es de las que cree en la telepatía lo mejor es que se lo preguntes directamente, aprovecha cualquier momento fuera de los dedicados al sexo, cuando los dos estéis relajados y tranquilos y observa tanto su lenguaje verbal como el no verbal, a veces, dicen más unos ojillos picarones que todo un discurso.
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