Algunos kilitos de más, algunas pieles más sueltas, o quizás menos tonicidad de la deseada traen a nuestra mente una palabra amada y odiada a la vez: "dieta". Cuando decimos o siquiera pensamos en la palabra traemos asociaciones a nuestros pensamientos, que no son ni felices ni esperanzadores. Así, "privación", "angustia" o "hambre" son algunas nociones inevitablemente adheridas al concepto de "dieta".
Pero esto no es del todo verdad. Hay maneras de seguir una dieta alimenticia, ya sea para bajar de peso o por motivos de salud, que te permitirán mantenerte bien nutrido y alimentado y, al mismo tiempo, que te darán placer y confort en alimentos deliciosos, con algunos pequeños trucos y consejos como los que veremos en esta nota.
El truco está en el reemplazo
Si tu dieta indica que "no puedes consumir dulces", entonces seguramente hará falta pensar en ese "no puedo" para querer dulces más que nunca antes. Por eso, en lugar de "no puedo", reemplázalo por un "no quiero", "prefiero no comerlos para así lucir una figura impactante".
También reemplaza el final de la frase. "No puedo comer dulces" puede ser, por ejemplo, "prefiero no consumir dulces", e incluso especifica el tipo de dulces. Los chocolates y los dulces de azúcares refinados son poco preferibles en las dietas: pues reemplaza el azúcar por miel natural orgánica, por algarroba o por pulpas de frutas.
Del mismo modo puedes ir reemplazando los alimentos por otros menos calóricos. Reemplaza carnes rojas por carnes blancas, y así no deberás dejar de comer carnes. Cambia los panificados de la merienda por frutas frescas dulces y saludables; reemplaza las batatas y patatas en la ensalada por legumbres y granos. Podrás alimentarte de maravillas, sin sufrir angustias, y sin hacer ese aporte extra de calorías que estás intentando evitar.
Cuatro buenas ideas para el reemplazo diario
Mantequilla sin sal por mantequilla común: Podrás seguir comiendo mantequilla, pero sin la acumulación de sodio a mediano y largo plazo. También, cuando puedas, prefiere los aceites vegetales antes que la mantequilla, en particular para cocinar.
Hojas verdes crudas: Las hojas verdes son fabulosas: Ayudan en tu tránsito intestinal y son saludables. También son muy "llenadoras", dándote la sensación de saciedad más rápido y evitando que consumas otros alimentos. Prefiere las hojas verdes crudas (espinada y lechuga, las favoritas) en lugar de otros vegetales en tus ensaladas.
Agua en lugar de bebidas gaseosas: Si quieres beber algo dulce, haz tus propios batidos de frutas frescas, bien frías, y verás cómo nutres tu cuerpo y mejoras tu salud sin aportar calorías extra, y sin hacer daños a tu organismo como sí ocurre con las sodas y refrescos.
Aderezos naturales por aderezos comunes: Prepara fantásticos condimentos elaborados con productos naturales, en lugar de utilizar la típica mayonesa o salsa golf.
El zumo de limón, la miel, el vinagre de manzanas y el aceite vegetal son ideales para crear aderezos especiales. También las reducciones, salsas y cremas sin agregados pueden acompañar tus carnes magras, para darles un sabor especial.