Las actividades de Amazon no dejan de ser las de una tienda online y los servicios que la rodean, pero algunas noticias que aparecen alrededor de esta compañía nos sorprenden. Sólo hay que mirar la idea de Amazon Prime Air, que nos promete un futuro en el que algunas zonas metropolitanas estarán plagadas de drones entregando paquetes de Amazon.
Pero detrás de todas estas ideas que pueden parecer disparatadas siempre hay una patente, y Amazon tiene algunas de las más inusuales de todo el mercado tecnológico. Podemos comprobarlo dando un paseo por la red y viendo qué es lo que todos esos documentos registrados proponen.
Nada de enviar aire: cajas personalizadas para artículos de tamaño peculiar
Seguro que os ha pasado alguna vez: habéis pedido algo por internet y os llega en una caja enorme. Yo he llegado a recibir adaptadores de vídeo que cabrían en sobres de carta normales en cajas donde podrían caber un par de zapatos. Eso son muchos gastos de envío adicionales por tamaño, y Amazon quiere evitarlos.
La patente 12640324 creada por Subramonia P Sarma nos propone un sistema con el que un servicio web o un programa nos puede ayudar no sólo a personalizar las dimensiones de la caja del envío, sino también si queremos envolverlo para regalo.
El Kindle no tangible
Imagina poder leer tus libros electrónicos en el parabrisas de tu coche (obviamente cuando no conduzcas), en tus gafas, en un espejo o en cualquier otra superficie. La patente de Amazon 20130069865 de Gregory M. Hart y el propio CEO Jeff Bezos nos propone justamente eso: que un aparato central se encargue de enviar todos los datos necesarios a esa superficie y así poder leer sin necesidad de tener un aparato en las manos, valiéndonos de cualquier cosa que tengamos cerca. La información pura y dura.
Los airbags para nuestras tabletas
Que un Kindle se caiga al suelo y se rompa puede suponer un gasto económico que no deja más que mal humor al usuario. Para evitar estos sustos, Amazon se sacó de la manga la patente 8330305 que nos propone un sistema de pequeños airbags que se activarían al detectar una caída. De este modo nuestros lectores Kindle sabrían protegerse ellos mismos de la torpeza de sus propietarios.
El repartidor de leche de siglo XXI
La patente 8370271 de Amazon plantea una especie de suscripción a entregas de pedidos, mediante la cual podemos pedir un horario concreto y regular de entrega semanal de algún producto. Dicho de otra forma: que Amazon sepa que queremos siempre un kilo de plátanos frescos en nuestra puerta cada jueves a las cinco de la tarde.
Comprar con un click y fidelización: patentes que ya no deberían serlo
Terminamos con algunas patentes que tiene Amazon desde hace años, y que por cómo han avanzado las compras virtuales ya no deberían ser ni patentes. Hablamos de la compra con 1 click, donde el servicio almacena todos nuestros datos para poder confirmar pedidos fácilmente; y de los programas de fidelización (tarjetas de cliente, puntos, descuentos…) llevados a internet. La compra con un click, por ejemplo, fue una patente que Amazon perdió y tuvo que re-conseguir.
También podríamos meter en este saco la patente del regalo electrónico, que describe un sistema para regalar ítems que pueden enviarse electrónicamente como vales de Amazon con saldo. Es algo que hace ya la gran mayoría de tiendas virtuales.
[Fuente: genbeta.com]