No se trata de nigromacia ni ningún arte oscuro. La ciencia nos da una nueva sorpresa: científicos japoneses logran «despertar» a un oso de agua, o «tardígrado», de su largo letargo. El ejemplar fue encontrado en 1983 en una muestra de musgo congelada en la Antártica y llevaba «durmiendo» más de 30 años. Fuente.
La capacidad de este animal para resistir en condiciones extremas es increíble. El tardígrado puede sobrevivir a temperaturas extremas desde -272ºC hasta loa 151ºC, soportar la presión de hasta 6000 atmósferas, resistir 1000 veces la dósis letal para un humano de radiación y, por si fuera poco, pueden sobrevivir en el espacio. Además pueden entrar en a una especie de «hibernación», o criptobiosis, y reducir su metabolismo en un 99,99%.
Gracias a esta capacidad son investigados por la NASA debido a su habilidad de vivir en el espacio exterior sin la necesidad de un traje térmico.
En la actualidad se han reconocido más de mil especies de tardígrados, y diferentes tipos han sido encontrados en insólitos lugares, como a 6000 metros de altura en los Himalayas, a 80 metros bajo un glaciar, en el fondo del mar o en aguas termales en Japón.
Gracias a estas características es que la ciencia nipona logro reanimar a un ejemplar, proceso que comenzó en mayo de 2014.