Un grupo de científicos ha encontrado genes de la especie a la que perteneció la tortuga Solitario George, su último sobreviviente, en 17 quelonios que habitan en un volcán de las islas Galápagos, anunció hoy la dirección del Parque Natural de ese archipiélago ecuatoriano.
El Solitario George, que era un símbolo del archipiélago, falleció el pasado 24 junio por causas naturales tras más de un siglo de vida sin descendencia.
Ese parecía el fin de la especie de tortugas gigantes Chelonoidis abingdonii, que vivió en la isla Pinta, pero la Dirección del Parque reveló hoy que nueve hembras, tres machos y cinco jóvenes que habitan en el volcán Wolf, en la Isla Isabela, comparten ascendencia de las tortugas de Pinta.
Los científicos creen que es posible que existan más especímenes híbridos e incluso individuos puros de la especie del Solitario George.
«El descubrimiento marca el primer paso hacia la recuperación de la especie Chelonidis abingdonii, mediante un programa de reproducción y crianza en cautiverio, opción que es evaluada», explicó la Dirección del Parque.
Con ese programa, sus expertos creen poder restablecer «el linaje» de las desaparecidas compañeras del Solitario George y la «integridad ecológica» de la isla Pinta.
Los científicos especulan que la llegada de tortugas de esa isla en las laderas del volcán Wolf pudo ocurrir a principios del siglo XIX.
En esa época, los marineros de los barcos balleneros recogían quelonios en varias partes del archipiélago para su alimentación, pero arrojaban algunos vivos por la borda cuando ya no los necesitaban.
Así, algún espécimen de Pinta pudo sobrevivir y establecerse en Isabela.
El estudio fue realizado por la Dirección del Parque Nacional Galápagos y la Universidad estadounidense de Yale, y será publicado en la revista Biological Conservation.