El encuentro entre los presidentes de Venezuela, Hugo Chávez, y de EEUU, Barack Obama, es probablemente uno de los más esperados de la Cumbre de las Américas, donde, tres años después, volverán a verse las caras con las relaciones diplomáticas congeladas y ambos en precampaña.
Si en 2009 Chávez sorprendía a un recién estrenado Obama regalándole "Las venas abiertas de América Latina" y normalizando la diplomacia binacional en la cumbre de Trinidad y Tobago, la de Colombia puede ser una buena ocasión para volver a "descongelar" las relaciones diplomáticas, consideraron analistas consultados por Efe.
Desde agosto de 2010 y tras el reciente cierre por parte del Gobierno venezolano del consulado en Miami en respuesta a la expulsión de la cónsul, Venezuela y Estados Unidos atraviesan uno de los puntos más bajos en sus relaciones desde que Chávez llegó al poder hace 13 años, asegura la internacionalista María Teresa Romero.
La profesora de la Universidad Central de Venezuela (UCV-pública) destacó las similitudes que la Cumbre de Cartagena tiene con la anterior, cuando Obama fue a Puerto España en medio de una ruptura diplomática con Venezuela heredada de su antecesor George W. Bush y que logró solventarse esos días.
"Hay una expectativa, sobre todo en Estados Unidos, de que pueda haber esta posibilidad nuevamente. Es muy difícil prever si va a suceder o no, pero existe la posibilidad de que haya un breve encuentro y sirva para descongelar las relaciones diplomáticas, porque las económicas siguen igual", destacó la analista.
Las relaciones entre Venezuela y EEUU se encuentran congeladas luego de que en agosto de 2010 Caracas decidiera retirar el plácet a Larry Palmer como embajador estadounidense por unas declaraciones filtradas sobre Venezuela.
Washington respondió con el retiro del visado al embajador venezolano en ese país, Bernardo Álvarez, en diciembre de ese año.
Sin embargo y pese a la sanción de EEUU en mayo de 2011 a la estatal Petróleos de Venezuela (Pdvsa) por sus relaciones en materia energética con Irán, las relaciones económicas binacionales no se han visto mermadas.
Estados Unidos sigue siendo el principal socio comercial de Venezuela, que envía 1,2 millones de barriles diarios de petróleo al norte y es el tercer proveedor de crudo para los norteamericanos.
"Eso es parte de la retórica, de la estrategia y más en campaña electoral, Chávez no va dejar de arremeter contra los EE. UU. porque es la dialéctica que siempre ha tenido", considera Romero, para quien Obama no va a "quitar la mano" a Chávez pese a las críticas que ha recibido de los republicanos por su permisividad con Caracas.
En esta ocasión, el mandatario venezolano se presentará a la Cumbre de Cartagena en condiciones distintas a las de 2009: convaleciente del cáncer que le fue detectado en junio de 2011 y por el que actualmente está siguiendo sesiones de radioterapia.
Parta el analista y columnista Clodovaldo Hernández, el hecho de que el presidente esté enfermo "quizás influya en la forma como sea tratado en general por todo el conjunto de sus colegas y, en particular, por el propio Obama".
Hernández considera que el "poco tiempo" que presumiblemente Chávez estará en Cartagena, impedirá que pueda tratar temas de "fondo" con su par estadounidense, aunque cree que por la campaña "de parte y parte han bajado un poco las tensiones" y puede que se llegue un acuerdo sobre la designación de nuevos embajadores.
Y es que si bien Bush fue uno de los blancos preferidos de Chávez y objeto de frases tan célebres como su "Mr. Danger" o el "Huele a azufre" en la Asamblea de la ONU, Obama no se ha salvado de la mordaz lengua del líder venezolano en su lucha dialéctica contra el capitalismo.
En diciembre pasado, lo llegó a llamar "farsante" e "irresponsable" por las declaraciones que Obama dio a un periódico venezolano donde advertió de las restricciones a los derechos en Venezuela y criticó la relación de Caracas con Irán.
"Habrá que esperar a ver qué es lo que pasa en ese encuentro. La verdad es que es un escenario de mucha curiosidad", dice Hernández.