Habrá autorizado el Presidente Hugo Chávez la devaluación del Bolívar fuerte anunciada por los miembros del gabinete económico hace apenas unas cuantas horas? Habrá estampado el Jefe de estado venezolano su famosa firma rabo e´ cochino con su mano zurda en esa medida económica tan necesaria, pero al mismo tiempo tan impopular y tan neoliberal?
Desde hace 2 meses nadie, salvo Nicolás Maduro, Diosdado Cabello y Elias Jaua, ha podido ver y hablar con el Presidente Hugo Chávez. Los 28 millones de venezolanos que habitamos en esta tierra de gracia llevamos ya más de 60 días sin ver ni oir al hombre que desde hace 14 años se nos metió hasta en la sopa.
Lo único que sabemos de Hugo Chávez es lo que, de vez en cuando, nos informan Maduro, Diosdado, Jaua y Villegas. Cada uno de estos siniestros personajes le dice al país, cada cierto tiempo alguna vaina que tiene que ver con el Presidente. Estamos en el gobierno de “Chávez me dijo”. Maduro dice que Chávez le dijo que leyera una carta en el CELAC. Cabello nos dice que Chávez le dijo que quienes aspiraban convertirse en alcaldes y concejales del PSUV debían someterse a elecciones primarias. Jaua nos dice que Chávez le dijo alguna vaina rara que él debía decir en alguno de los tantos foros internacionales en los que ha participado como Canciller. Y Villegas, quien desde hace varias semanas no ha vuelto a presentar un nuevo parte médico, aun cuando no nos dice que Chávez le dijo, cada cierto tiempo nos dice que Chávez está mejorando, pero que debe seguir el tratamiento que lo ha mantenido estacionario.
El cuento del “Chávez me dijo” es tan chimbo, que el ex presidente de Brasil, Luis Ignacio Lula Da Silva viajó a Cuba para ver a su amigo Hugo Chávez, pero no lo logró. Lula tuvo que conformarse con una foto al lado de Maduro y Jaua. Y cuando declaró a los medios, ni siquiera pudo decir la frase “Chávez me dijo” porque no lo dejaron entrar a la habitación donde tienen recluido al paciente.
El presidente Mujica, de Uruguay, planificó un viaje para tratar de estrechar la mano personalmente a su alto pana, pero debió suspender la gira porque con antelación le dijeron que no lo podría ver. La presidenta de Argentina, Cristina Fernández, también anunció que iría a La Habana para tratar de ver a Chávez: tampoco pudo hacerlo. El presidente de Bolivia, Evo Morales, hizo lo propio y también salió con las tablas en la cabeza. Vale decir, que tres Presidentes en ejercicio y un expresidente no tuvieron la misma suerte que tienen Maduro, Cabello y Jaua, a quienes, supuestamente, Chávez por lo menos les dice lo que tienen que decir.
Los que están bien fregados son los gobernadores y los diputados del PSUV en la Asamblea Nacional. Estos líderes no encuentran que hacer porque ninguno tiene acceso al hospital de La Habana donde está recluido el Presidente Chávez. El único gobernador que puede tener esa posibilidad es Adán Chávez, el hermano mayor de Hugo, y sin embargo, tiene mucho tiempo que no dice nada, ni siquiera un “Chávez me dijo”.
El asunto es: cuánto tiempo podrá aguantar el país con el cuento de “Chávez me dijo”. Ya llevemos dos meses en ese tema, y uno ya empieza a observar, incluso a lo interno del oficialismo, como algunos dirigentes ya comienzan a cuestionar a aquellos que se han convertido en los ventrílocuos y principales voceros del Presidente Chávez.
Si algo caracteriza a los venezolanos, a todos, a los que están con Chávez y a los que no lo estamos, es que no somos pendejos. Mi abuela Julia, a quien Dios debe tener en la gloria, solía decir que “no hay nadie más pendejo que aquel que cree que los demás lo son”. El común de la gente sabe que en todo este cuento de la enfermedad de Hugo Chávez hay gato encerrao.
Esos decretos aparentemente firmados por Chávez. Cartas de 15 o 20 páginas supuestamente hechas por Chávez. Decretos supuestamente firmados por Chávez. Y medidas económicas como estas de la devaluación de un 46.5 por ciento del Bolívar fuerte, aparentemente aprobadas por Chávez hacen que más de uno empiece a cuestionarse a sí mismo respecto a la veracidad de lo que le están diciendo.
El gobierno del “Chávez me dijo” tiene sus días contados. Maduro, Cabello, Jaua y Villegas saben perfectamente que esta farsa no aguantará más tiempo. El país entero, chavistas y antichavistas, empieza a pedir explicaciones y reclaman que se les diga la verdad verdadera.
Basta ya del “Chávez me dijo”. Queremos ver a Chávez, porque los electores votaron por él, no por esta cuerda de ineptos que pretenden gobernar por mampuesto, usurpando un sitial y un poder que nadie les dio.
Por Gustavo Azocar A. / @GustavoAzocarA