¿El presidente Barack Obama un cosmonauta capaz de utilizar un portal que dobla la geometría del espacio para teletransportarse al Planeta Rojo? Esto es lo que afirman dos supuestos ex agentes de DARPA, Andrew D. Basiago y William Stillings, quienes sostienen que durante el programa secreto Pegasus de esta agencia militar coincidieron con el ahora presidente de Estados Unidos (entonces el joven agente Barry Soetero). Por más estrambóticas que suenen, estas declaraciones mercecieron la detallada aclaración de un vocero de la Casa Blanca, quien se atrevió a señalar que “el presidente jamás fue a Marte”. He ahí algo que les puede salir caro después –especialmente si Obama (o el vocero) es sometido a un detector de mentiras intergaláctico: no solo estaría mintiendo sobre su identidad sino sobre su historial militar.
Basiago y Stillings, que extrañamente se describen como “crononautas” (suponemos que es porque el tiempo y el espacio son parte de un mismo continuum y no porque hayan viajado a Marte en la época de los dioses marcianos que dieron a luz a nuestra civilización), concedieron una entrevista al sitio Exopolitics –sitio que difunde una gran cantidad de información del tipo “Anuncian oficialmente que hemos vencido a los extraterrestres reptilianos“– en la que revelan que fueron parte, junto a Obama-Soetero y la ahora dirigente de DARPA Regina Dugan, de un grupo piloto de “crononautas” que pisaron la superficie del planeta rojo al principio de los ochenta. Basiago dijo (no vacilando) a Expolitics que vio a Obama “caminar de regreso a la cámara de brinco desde el terreno marciano”.
La intención del programa era “establecer un regimen de defensa para proteger a la Tierra de amenazas espaciales”, así como avanzar en el reclamo legal de la “soberanía territorial”, lo cual hace de Obama una especie de conquistador de Marte. Para esto tuvo también que “aclimatarse a los humanoides y animales marcianos”. Porque sí, Marte está habitado.
Que existe un programa secreto de teletransportación a Marte es algo relativamente popular en la web conspiranoica y ha sido expuesto extensamente en el imperdible y surrealista simposio de Delfines y Teletransportación 2011 (porque los cetáceos de alguna manera tienen las llaves al viaje intergaláctico). Que Obama es (o fue) un agente secreto de la CIA ha sido expuesto obstinadamente por el periodista conspiracionista Alex Jones (también acusado de ser él si un agente de la CIA). Esta combinación de desaforadas teorías de conspiración nos parece mejor –Obama Mars Mission– como una obra de lasagna voladora o un eco misterioso de la gran película de Richard Kelly, The Box. Explica además por qué Obama no quiere que el hombre regrese a la Luna y sí a Marte: seguramente dejó ahí su hoverboard ¿o tal vez un amor perdido con la chica de los tres senos de Total Recall?