¡Feliz año! Este 2015 que recién da sus primeros pasos llega a nosotros cargados de retos por asumir y vencer.
El pueblo venezolano tiene el reto de enfrentar la crisis económica más grande de toda su historia debido a las pésimas decisiones de quienes han dirigido los destinos de la nación por los últimos 15 años. El pueblo debe tener la gallardía de sobreponerse a esta situación promovida por la carencia de sentido común y de capacidad en la alta cúspide gubernamental del país.
Los venezolanos tenemos que hacerle frente al desabastecimiento y escasez más agudizada por la inoperatividad gerencial de quienes están en Miraflores; cada uno de nosotros tenemos que cuidarnos más ante el incremento de una delincuencia que ha venido en aumento en la medida que los intentos fracasados de Ejecutivo han quedado minimizados por el empuje devastador del hampa desatada.
Los ciudadanos tenemos que sobrevivir ante la inflación que se pronostica aún más devoradora de lo que ha sido hasta el momento para el bolsillo de los millones de trabajadores que estiran lo más que pueden los ínfimos salarios que devengan.
Sobre todo el 2015 tiene que ser el año del reto mayor, el de la UNIDAD.
Tenemos, quienes militamos en las fuerzas de la democracia, que marchar irreductiblemente hacia la unificación real y efectiva de nuestras fuerzas para asestarle al desgobierno de Nicolás Maduro un duro golpe cívico, democrática y 100% constitucional.
El reto de la Unidad tiene que pasar por el reconocimiento de cada uno de los factores que integran la diversidad de sectores que rechazamos al madurismo, tiene que erigirse desde la basa de ese pluralismo identificador y vitalizador de todos nuestros esfuerzos.
La unidad no debe ser plasmada desde la óptica meramente partidista sino que tiene, necesariamente, que ser expandida hacia las bases de la sociedad venezolanos, donde las voces de nuestra gente, del pueblo llano, organizado o no, sean escuchadas y atendidas en el mayor y más amplio criterio de integración.
La unión en sí es un reto y a la vez la vía idónea para alcanzar los objetivos de un inicio orientado a la democratización de la sociedad y el cambio, total y rotundo, de la visión de gobierno y del sistema que se viene aplicado hasta el momento para dirigir a la república.
Además de éste, también el reto de los planes de acción tiene que ser adelantada. Es decir, el ¿qué hacer? y ¿cómo hacerlo? de los cambios nacionales debe ser discutido y aclarado ya.
El desafío de la nueva Venezuela tiene que ser encarado por cada uno de nosotros, debe ser asumido por cada venezolano y presentado a un gran debate del cual emerja el norte que debemos tomar para las venideras jornadas democráticas.
Hoy podemos dividir las tareas que tenemos delante de nosotros en: 1-. La Unidad, 2-. El compromiso y 3-. La Construcción de la Nueva Venezuela.
Asumamos nuestro deber con la gallardía y la fe que nos ha caracterizado como nación. Tomemos el toro por los cuernos y empecemos a trabajar en la estructuración de nuestro rol en el combate por la nueva patria que tenemos que diseñar y edificar con ahínco y responsabilidad.
¿Fácil? Claro que no lo será, no obstante no podemos desmayar en nuestro empuje, este 2015 debemos ser más fuertes, valerosos e ingeniosos en la forma de como avanzamos hacia la realización de nuestros sueños como nación.
¡Los cambios los lograremos con la bendición de Dios con unidad y firmeza!
Por Antonio Barreto Sira