“En el país hoy, faltan 22 de los 30 fármacos de quimioterapias más utilizados”, así lo informó a los medios de comunicación José Manuel Olivares, médico especializado en Radioterapia Oncológica y Medicina Nuclear.
Por su parte el presidente de la Federación Médica de Venezuela sostuvo que “el 97 por ciento de los 300 hospitales que existen en Venezuela apenas tienen entre el tres y el siete por ciento de los insumos, medicamentos y material quirúrgico que se necesitan para que el médico o el equipo de salud pueda resolver los problemas que el paciente aspira que se le solucionen”.
“De los 6.000 módulos del programa de Barrio Adentro, apenas operan 1,200. Muchos de ellos están cerrados o nunca los abrieron. Están llenos de basura, o son usados por indigentes para vivir allí”, precisaron los voceros de salud del país.
Más doctores se expresan sobre la grave situación como es el caso de Jhonnys Heraoui Farhat, médico cirujano egresado de la Universidad de Oriente (UDO), quien afirmó que uno de los problemas que enfrenta el gremio es que “estamos prescribiendo al paciente lo que se tiene y no lo que se debe”, a consecuencia del desabastecimiento no sólo de medicamentos, también de insumos médicos -incluyendo gasas e inyectadoras- para poder atenderlos.
El año pasado el informe sobre derechos humanos de la ONG Provea señaló que “entre los meses de febrero y junio (de 2013), la Federación Farmacéutica Venezolana (Fefarven) y la Cámara de Industria Farmacéuticas (Cefar) reportaron fallas intermitentes de 37% a 50%”, en aquellos días se aseveraba que los inventarios alcanzaban para tres meses en laboratorio, dos meses en droguerías y 15 días en farmacias.
En la actualidad tenemos que enfrentar una escasez de medicamentos aún más violenta. Actualmente pacientes con cáncer y Sida no encuentran como subsistir en medio de desabastecimiento generalizado de productos médicos.
Los enfermos de hipertensión arterial como de diabetes han sufrido constantes alteraciones de sus valores porque no puede controlarse los males que los aquejan por la incapacidad de encontrar medicamentos en medio del desierto de la salud que existe en Venezuela.
Mientras esto ocurre por todos los rincones del país el gobierno se hace de la vista gorda, voltea su mirada para otro lado y aplaude descaradamente.
Son millones de venezolanos que están sufriendo por la escasez de medicamentos; son miles de niños, adultos y abuelos que están perdiendo la batalla ante las enfermedades debido a la carencia de los productos necesarios para hacerle frente a males de toda índole.
Nos preguntamos ¿dónde está la humanidad del Gobierno? Ellos sí consiguen remedios, pastillas, infecciones de toda índole, mientras en los barrios, y menos en los hospitales, se encuentran los insumos necesarios, ni siquiera alcohol.
Es la hora de que los venezolanos luchemos por nuestra salud, que le exijamos a las autoridades que de una vez por todas le den respuesta a los millones de ciudadanos que gritan desesperados por los medicamentos que necesitan.
La odisea, que en ocasiones tenemos que realizar para la compra de un medicamento, es espantosa, inaudita.
El desespero, el nerviosismo, que se apodera de nosotros es normal y creciente ante la inercia de un régimen que a pesar de lo que sucede en nuestras calles persisten en su política de regalar lo poco que nosotros tenemos mientras aquí, adentro, nos morimos de hambre o sucumbimos ante enfermedades.
Con este Gobierno sencillamente medicamentos: no hay.
Por Antonio Barreto Sira