Campaña electoral argentina anticipa su final por el accidente de Rosario

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Los actos de cierre de la campaña de las elecciones legislativas primarias y obligatorias del próximo domingo en Argentina se han suspendido por el duelo nacional decretado tras el accidente de gas que dejó diez muertos y 11 desaparecidos en Rosario el pasado martes. Este miércoles y jueves iban a celebrarse los últimos mítines antes de que el viernes comience a regir la veda de propaganda hasta el final de la votación. Así lo reseña el diario El País, de España:

suspenden campaña electoral en argentina por tragedia de rosario

Aunque en los comicios del domingo solo se definirá quiénes serán los candidatos para la votación que en octubre renovará la mitad de la Cámara de Diputados (127 escaños) y un tercio del Senado (24), se trata de unas elecciones cruciales para probar el nivel de popularidad del kirchnerismo diez años después de iniciado su primer gobierno. La propia presidenta de Argentina, la peronista Cristina Fernández de Kirchner, ha sido la imagen hegemónica de los anuncios televisivos de los candidatos de su Frente para la Victoria, que apenas eran nombrados. Fernández iba a encabezar este miércoles en Buenos Aires el acto final de campaña con candidatos de toda Argentina, pero se suspendió por la explosión de Rosario, adonde viajó para visitar a las víctimas. Su presencia en el lugar del accidente fue recibida con insultos y abucheos por parte de algunos y con aplausos por parte de otros.

El Frente para la Victoria es la única fuerza política presente en los 24 distritos de Argentina. Los partidos de la oposición se presentan en algunas jurisdicciones en solitario, en unas van con aliados y en otras ni se presentan. En esa fragmentada oposición están los peronistas disidentes, los conservadores de Propuesta República (PRO) y tres fuerzas que se han aliado en algunas jurisdicciones: la Unión Cívica Radical (UCR), los progresistas y la Coalición Cívica (CC).

Néstor Kirchner llegó al poder en 2003 con apenas el 22% de los votos. En las elecciones legislativas de 2005, las de mitad de su gobierno, el kirchnerismo elevó su apoyo al 39%. Dos años después, Fernández fue elegida presidenta con el 45%. En 2009, tras el conflicto entre la presidenta y los agricultores y en plena recesión mundial, el kirchnerismo cayó al 31% en los comicios legislativos y por unos pocos votos sufrió su única derrota nacional en diez años de gobierno ante una efímera alianza de radicales, progresistas y cívicos. En 2011, la jefa de Estado fue reelegida con el 54%.

Este domingo, 28,6 millones de argentinos están obligados a ir a votar para elegir a los candidatos a diputados y senadores de las elecciones de octubre. La mayoría de las fuerzas políticas presenta listas únicas en muchos distritos, pero en otros hay primarias entre varios candidatos del mismo partido. Los frentes que no alcancen el 1,5% en una jurisdicción no podrán competir allí en octubre. Tanto para las fuerzas que se presentan con listas únicas como para las que tienen contiendas internas, las primarias sirven como una encuesta sobre sus niveles de adhesión.

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La principal batalla del domingo se librará en la provincia de Buenos Aires, donde vota el 34,1% del electorado argentino. Allí, Fernández ha elegido como cabeza de la lista de candidatos al diputado a Martín Insaurralde, un poco conocido alcalde de un municipio popular de la periferia de la capital argentina, Lomas de Zamora. Su principal rival es un hombre que acaba de dejar el peronismo kichnerista para formar el nuevo Frente Renovador, Sergio Massa, exjefe de Gabinete de Ministros de Fernández entre 2008 y 2009 y actual regidor de otro ayuntamiento del Gran Buenos Aires, el turístico Tigre. Las primeras encuestas daban triunfador a Massa, pero en las últimas semanas ha ido repuntando Insaurralde a medida que la población lo ha identificado con la presidenta.

Massa, de 41 años, ha suspendido el acto que iba encabezar este jueves en su municipio natal, San Martín, también en la periferia, pero el miércoles cenó con empresarios y presentó sus ideas económicas como si ya fuera un candidato presidencial para las elecciones de 2015. Si gana este domingo y ratifica su victoria en octubre, puede soñar con constituirse en la alternativa peronista al kirchnerismo dentro de dos años.

La Constitución impide a Fernández postularse en 2015 a una segunda reelección consecutiva. Solo podría hacerlo si en octubre próximo el kirchnerismo arrasa en las urnas, eleva su dominio del Congreso de la actual mayoría absoluta al control de dos tercios de los escaños y convoca así a una reforma constitucional. La jefa de Estado ha negado que quiera otra reelección, pero algunos de sus seguidores la impulsan. Las elecciones de este domingo y las de octubre próximo pueden servir para que algunos dirigentes kirchneristas y opositores se posicionen como presidenciables para 2015, ya sea porque participan como candidatos ahora o porque han bendecido a determinados postulantes. Por ejemplo, en el kirchnerismo hay cuatro gobernadores de provincia muy involucrados en la campaña aunque no son candidatos: el de Buenos Aires, Daniel Scioli, el de Entre Ríos (este de Argentina y 3,4% del electorado nacional), Sergio Urribarri, el de Salta (noroeste, 3,1%), Juan Manuel Urtubey –que postula a su hermano-, y el de Chaco (noreste, 2,4%), Jorge Capitanich.

El segundo distrito en cantidad de electores es la ciudad de Buenos Aires (9,28% del total). Allí pondrá a prueba su popularidad el PRO, el partido del alcalde Mauricio Macri que en estas elecciones ha intentado extender su influencia a otras jurisdicciones, con la intención de comenzar a soñar con la presidencia argentina en 2015. En la provincia de Córdoba (9,22% del padrón electoral), donde gobierna el peronista disidente José Manuel de la Sota, otro presidenciable para 2015, sus candidatos buscarán reforzar su figura con una victoria.

En Santa Fe (8,4% de los electores), donde gobierna el socialismo en alianza con la UCR, el exgobernador Hermes Binner, segundo en las presidenciales argentinas de 2011 (17% de los votos), buscará ser elegido como diputado, pero sobre todo lograr un triunfo que lo posicione otra vez como la alternativa progresista para 2015. Habrá que ver el impacto que el accidente de Rosario pueda tener o no en los comicios santafecinos.

En Mendoza (4,6% del electorado), el exvicepresidente argentino Julio Cobos (2007-2011), un radical que fue kirchnerista hasta el conflicto agrario de 2008, amenaza en las encuestas con derrotar al kirchnerismo gobernante en su provincia y también sueña con las presidenciales. En una campaña que despertó poco entusiasmo entre los argentinos, y que acabó de forma abrupta por la tragedia de Rosario, los anuncios televisivos y de radio que todos los partidos emiten en espacios gratuitos establecidos por ley continuarán hasta las ocho de la mañana del viernes.

[Fuente: ElPais.es]

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