El tremendista y siempre polémico dueto boricua Calle 13 se hizo de la noche de los Grammy Latinos al conquistar nueve de las diez estatuillas a las que estaban nominados por su disco Entren los que quieran y, sobre todo, por su canción Latinoamérica.
En un show televisivo que cada vez más se dedica al público hispano que vive en Estados Unidos, Residente y Visitante recibieron los premios a álbum del año (Entren los que quieran), grabación del año (Latinoamérica), canción del año, mejor álbum de música urbana y a mejor canción urbana (Baile de los pobres), pero antes de comenzar la transmisión en televisión, ya se había alzado con cuatro más que fueron: Mejor canción tropical (Vamo’ a portarnos mal); mejor canción alternativa y el mejor vídeo musical versión corta, por (Calma pueblo), así como el de productor del año, junto a Rafael Arcaute.
“Que viva la gente que no se vende y que hace la música porque lo siente”, dijo el siempre atrevido René Pérez al recibir uno de los galardones, agregando que ellos ganan aunque se les censure en las radios, mientras hacía gala de una camiseta con la leyenda “Educación pública gratuita”.
“Nuestro formato es difícil y exigente porque siempre tocamos en vivo, porque decimos lo que sentimos y pensamos, no nos vendemos”, agregó Pérez en conferencia de prensa.
Si los chicos de Calle 13 dejaron algún espacio para alguien, ese mínimo perímetro que quedó fue para Shakira, quien el día anterior había sido galardonada por la Academia como Persona del año. Su compatriota, la también exitosísima Sofía Vergara, fue la encargada de dar el premio. La cantante colombiana entonó tres canciones: Antes de las seis, Devoción y Loca, demostrando emoción y complicidad con Vergara.
El venezolano Franco De Vita, quien siempre se ha mostrado crítico ante la Academia de grabación, llegó siendo uno de los grandes favoritos de la noche. Ganó como mejor álbum vocal pop masculino por En primera fila.
El trío formado por Alex, Jorge y Lena recibió el Grammy Latino en la categoría mejor álbum vocal pop dúo o grupo, mientras que los mexicanos de Maná se llevaron el premio a mejor álbum de rock vocal dúo o grupo por su disco Drama y Luz.
La presentación de apertura, en manos de Calle 13, el mundialmente aplaudido director Gustavo Dudamel y la orquesta sinfónica juvenil de Venezuela, fue uno de los momentos cumbres de la noche. El tema Latinoamérica, adaptado a las cadencias clásicas del violín y la flauta dulce, fueron la antesala de una lluvia de estrellas.
Paulina Rubio brilló con Los Tigres del Norte en una correcta actuación. Pitbull y Marc Anthony levantaron a todos de sus asientos; Franco de Vita y Alejandra Guzmán arrasaron en aplausos; Usher mostró su lado más romántico en una actuación a duo con Romeo, mientras que Maná demostró una vez más lo que tanto se le critica: su música no muestra ninguna evolución desde hace algunos años.
A Lucero y Cristian De La Fuente se les vio muy desenvueltos y con buena química en su tarea de conducción, pero el trio hecho por Sofía Vergara, Zoe Saldaña y Lucerito al iniciar la ceremonia, fue inigualable.
Tito El Bambino, Blanca Soto, Chiquinquirá Delgado, Erik Estrada, Angelique Boyer, Sandra Echeverría, Natalia Jiménez, Myriam Hernández, Silvia Navarro, Sebastián Rulli, David Zepeda, entre otros, fueron los presentadores de la noche.
Al cabo de tres horas de show, la décimo segunda entrega de los Grammy Latinos cumplió las expectativas ofreciendo un espectáculo de alta factura que celebra la música latina, aunque cada vez más enfocado en Estados Unidos.