Probablemente no lo haces tan a menudo como te gustaría poder admitir. ¿Pero quién puede culparte? Lavar sostenes es LO. PEOR.
Aquí van algunas cosas que deberías saber antes de colocarte ese sostén mugriento por la 37ª vez.
1. Deberías lavar tus sostenes al menos una vez por semana.
“Porque si no los lavas más que eso, realmente se produce una acumulación de suciedad, sudor y bacterias”, le comenta a BuzzFeed Life el Doctor Joshua Zeichner, dermatólogo residente en Nueva York.
2. Pero posiblemente aún más a menudo todavía.
“Nuestra regla general es que cuanto más cerca algo está de tu cuerpo, con más frecuencia debes lavarlo”, dice Mary Begovic Johnson, Jefa del Departamento de Comunicación Científica en Procter & Gamble. “Ya que los sostenes se encuentran en contacto íntimo con tu cuerpo, recomendamos lavarlos luego de usarlos como máximo tres veces. Y luego de cada uso si sudas mucho.”
Amelia Allen, una diseñadora de Cosabella, está de acuerdo.
“Cada tres o cinco usos, dependiendo de tu nivel de actividad y de la temporada. Viviendo en Florida del Sur, eso es aún más seguido”.
3. También depende del tipo de sostén que estés luciendo.
“Si usas un sostén deportivo y te ejercitas y generas mucho sudor, entonces deberías lavar ese sostén antes de volver a usarlo”, dice Zeichner. “Si usas un sujetador armado que está muy ajustado en el pliegue por debajo de los senos, entonces ese sostén puede tener mayores probabilidades de ser colonizado por suciedad y bacterias, a diferencia de si usaras un sostén con copa”.
4. Francamente, tu sostén sucio es un pozo séptico de asquerosidad.
Aquí tienes una divertida lista de cosas con las que tu cuerpo puede ensuciar sobre tu sostén, según Zeichner: sudor, suciedad, grasitud, bacterias, pantalla solar, levaduras y montones y montones de microbiota, también conocida como los bellos microorganismos que habitan simbióticamente en nuestra piel. Usualmente es perfectamente saludable tener a estos tipos en la piel, pero cuando se les permite crecer demasiado, las cosas pueden ponerse feas.
5. Tu cuerpo también produce 1 billón de escamas de piel muerta cada día. Eso equivale a una escama de piel muerta por cada persona en el planeta cada semana.
Según Johnson.
6. Así que no debería sorprender que pasar demasiado tiempo sin lavar la ropa pueda tener efectos no muy agradables.
Como brotes de acné, hongos e infecciones por levaduras.
“Básicamente puedes tener un ambiente húmedo de piel reposando sobre piel, y eso promueve el crecimiento de levaduras debajo de los pechos”, dice Zeichner. “Y eso típicamente se manifiesta como una suerte de parche rosado, además la piel puede quebrarse y lastimarse. Eso es especialmente prevalente durante el verano”.
Las mujeres con pechos grandes están especialmente en riesgo, ya que el contacto de piel con piel es mayor.
7. Entonces, ¿cómo deberíamos lavarlos?
“Debido a que la piel se halla en contacto con telas casi las 24 horas — aunque duermas desnuda lo haces sobre sábanas — es importante que las personas con piel sensible use productos hipoalergénicos y libres de tinturas y perfumes”, dice Johnson.
“Y hay que tener cuidado con no usar demasiado, especialmente si usas una lavador de alta eficiencia”, afirma Zeichner. “No necesitas mucho detergente, y si usas demasiado se deposita en las telas de tus prendas…Gran parte de las irritaciones que la gente sufre por sus prendas y por los detergentes tienen que ver en realidad con el exceso de producto que se deposita entre las fibras, más que con una verdadera reacción alérgica”.
Fuente: [buzzfeed.com]