El brócoli, ese vegetal del que España es primer exportador y que nuestra madre nos obliga a comer, sigue siendo uno de los alimentos menos consumidos en nuestro país. Y eso a pesar de que cuenta con sufientes credenciales para estar presente en las mesas españolas, al menos, una vez por semana.
Para los que aún no conozcan sus propiedades beneficiosas para la salud, esta superverdura, además de contener «buenas cantidades de fibra y ciertos minerales», destaca por su «elevado poder antioxidante, justificado por su contenido en vitamina C (con 100g de brócoli se cubren las necesidades diarias de esta vitamina), y en betacarotenos», detalla a ABC Marta Gámez, nutricionista y directora técnica de Grupo NC Salud. En concreto, Gámez destaca que el brócoli se ha asociado a la prevención de diversos tipos de cáncer, «debido a los ya citados nutrientes antioxidantes y fibra, y a sustancias fitoquímicas entre las que destaca el sulforafano».
Tanto el brócoli como las brasicáceas (coliflor, romanesco, col, etc.) aportan «calcio de elevada biodisponibilidad (se asimila la mayor parte del calcio presente en el alimento)», apunta la nutricionista, que recomienda su consumo una vez por semana. Lo ideal es incluirlo en la cena, por su bajo aporte calórico y alto valor nutritivo, aunque también puede ser un sano primer plato en la comida.
La mejor forma de prepararlo para que mantenga la mayor parte de sus nutrientes es al vapor, pero para los que no le encuentran un sabor gustoso, la nutricionista da otras opciones: una vez cocido, podemosaliñarlo con frutos secos y salsa de mostaza y miel casera (4 partes de aceite, 1 de mostaza, 1 de miel y 1 de vinagre), o saltearlo con ajos y pimentón, hacer una ensalada con patata cocida, huevo duro, y atún, gratinado con queso, etc.
Incluso puede ser un secundario de lujo en platos como brochetas de otras verduras con gambas y rape, o añadido a la pasta, en lasañas y pizzas vegetales.
Fuente [Abc.es]