El gobierno brasileño suspenderá, a partir de mañana, todas las importaciones de implantes mamarios de silicona, anunció hoy la Agencia Nacional de Vigilancia Sanitaria (Anvisa), que aclaró que la medida seguirá vigente hasta que sean definidos criterios de evaluación de calidad.
Según la medida publicada en el Diario Oficial de la Unión, en el futuro los implantes sólo podrán entrar en el país si son aprobados por el Instituto Nacional de Metrología, Calidad y Tecnología (Inmetro) de Brasil. Hasta ahora, sólo se exigía un certificado de calidad emitido por el país donde fue fabricado el producto.
Las nuevas normas fueron decididas tras el escándalo de los implantes PIP (francés) y Rofil (holandés), cuyos fabricantes han sido acusados de utilizar un tipo inapropiado de silicona, lo que aumentaría el riesgo de ruptura de las prótesis.
El 9 de marzo pasado, la Anvisa -que es el organismo brasileño regulador del sector de salud- ya había prohibido el uso en el país de los implantes fabricados por PIP y Rofil.
El gobierno del país vecino calcula que unas 12.500 brasileñas usan actualmente las prótesis PIP y otras 7.000 llevan en el pecho los implantes Rofil.