“Cuando la tiranía se hace ley, la rebelión es un derecho”…
Escribo este artículo hoy, 24 de julio, porque tengo que recordar al Padre de la Patria, al gran y único Libertador de Venezuela, Simón Bolívar.
Los venezolanos tenemos que rescatar la imagen del mayor hombre de América. Los venezolanos tenemos que limpiar el recuerdo de Simón Bolívar de toda esa verborrea socializante que enlodó al Libertador.
Por 18 años quienes ostentan el poder han jugado con la memoria de Bolívar. Lo han llamado socialista, y lo han comparado con personas que en vez de libertad nos sembraron en un mundo de opresión, lo igualaron con personas que en vez de dar independencia nos convirtieron en una república dependiente de Cuba, Rusia y China.
Bolívar tomó una espada y de declaró en desobediencia en contra de la tiranía española, y así millones de venezolanos lo están haciendo en todos los rincones del país, en este momento y a esta hora.
Tenemos en las calles del país a decenas de miles de jóvenes que son emuladores de Bolívar, muchachos que no pasan de la veintena de edad que se están comprometiendo con una Venezuela libre y para los venezolanos.
El Libertador batalló contra la usurpación, contra la corrupción y el desorden, su ideario dio pie para que un desubicado Carlos Marx calificara al mayor venezolano de todos los tiempos como el “Napoleón de las retiradas” y como un “reaccionario”.
Pues sí, los marxistas de hoy que se autodefinen como “bolivarianos” se olvidan que el padre de su pensamiento político vilipendió a Simón Bolívar, lo que demuestra que de hecho el bolivianismo y comunismo no son compatibles.
Cuando leemos a Bolívar, por ejemplo la Constitución que él redactó para la República de Bolivia, nos damos cuenta la importancia que él le dio a la meritocracia, a la rectitud administrativa y a los valores morales, los cuales han sido tan menoscabados a lo largo de estos 18 años de desgobierno.
Esta mal llamada revolución que llegó en mala hora a Venezuela, no es bolivariana. Por el contrario, este régimen, ha sido la negación sistemática y constante de las enseñanzas del Gran Simón.
En cambio, los demócratas que soñamos con una Venezuela mejor, que anhelamos un país realmente en libertad, estamos rescatando los ejemplos dejados por Bolívar, Páez, Sucre, Anzoátegui, Piar, Bermúdez, y todos los demás héroes de la independencia.
De Bolívar, de nuestra historia de la Independencia, hemos aprendido que por más reveses que recibamos en el camino, la constancia permitirá que logremos éxito.
La ruta desde el 19 de abril de 1810 fue ardua y escamosa hasta el arribo de la Independencia final, igual ha sucedido en esta permanente batalla por la redemocratización de Venezuela que inició hace 18 años.
Hoy estamos en presencia del alba de la libertad. Despunta la mañana, y los millones de hombres y mujeres, los nuevos libertadores de escudos de cartón y esperanzas de hierro, están como Bolívar galopando indetenibles hacia la conquista de la Venezuela libre que soñamos.
Antonio Barreto Sira