“Chamo, la miras desde el cerro El Morro de Lechería y está ahí cerquita, en todo el frente de nuestra vista. Si lo haces desde el Paseo Colón de Puerto La Cruz también lo está. Y si vienes desde Barcelona por la vía alterna, al pasar el hospital Razzetti, el cerro te confunde. Como que se hubiera movido, parece que uno se marea viéndola.
¿Será por eso que le dicen La Borracha?” Es el comentario que le hace un amigo a otro refiriéndose a una de las tantas islas espectaculares que posee el país.
Aproximadamente 20 minutos en lancha, saliendo desde los canales de Lechería, nos separan de la transparencia extraordinaria de las azules aguas de esta isla que la convierten en un paraíso para la práctica de muchos deportes acuáticos incluyendo el buceo, snorkeling y ski.
Aunque hay una ranchería cuyos habitantes viven de la abundante pesca de diversas variedades, La Borracha posee muchas playas vírgenes que no ofrecen ningún tipo de servicio por lo tanto para disfrutarlas hay que ir equipados con todo lo necesario para pasar un día de esparcimiento.
Una de estas playas posee un atractivo muy especial por la capa de piedras negras lisas, brillantes, algunas con artísticas líneas blancas que parecieran haber sido dibujadas por alguien, que sustituyen la arena, sin embargo no es fácil llegar a la orilla y mucho menos si el mar está picado.
Debido a la erosión se han formado en una pared rocosa grandes grietas que se llenan con el agua del mar y cuando esta se devuelve, del mismo lugar se expelen grandes chorros de agua lo que seduce demasiado la atención de los visitantes.
En sus adyacencias se congregan los pescadores deportivos en busca de especies como el preciado aguja azul y el dorado que según cuentan, allí hay muchas posibilidades de conseguir.
Hay dos islas menores conocidas como El Borracho y El Borrachito y algunos islotes que han sido nombrados El Lobo, El Cangrejo, Caribe, Cachúa y los Beatos. Todos forman parte del Archipiélago Guaiquerí.
Desde el boulevard Fernández Padilla, en Puerto Píritu, salen los peñeros para Las Isletas, ubicadas al noroeste de Venezuela, trayecto que dura aproximadamente 45 minutos. De igual manera que en la anterior, se debe llevar todo debido a que tampoco hay ningún tipo de servicio, pero la belleza de sus aguas hechizan nuestros sentidos.
Son playas vírgenes de cálidas aguas y poco oleaje donde se han descubierto dos pozos de azufre a los cuales se les atribuyen propiedades medicinales y para ser utilizadas en tratamientos de belleza.
El fondo marino de Las Isletas es ideal para la práctica del buceo y snorkel. Hay muy poca vegetación.
La Borracha y Las Isletas, localizadas en el estado Anzoátegui, son lugares de un encanto particular que alguna vez se deberían conocer. Vaya y regrese el mismo día, a tempranas horas de la tarde antes que el viento agite el mar, para que huya del oleaje y el retorno sea tan placentero como la ida.
Por: Gliceria Gil / @glimargica