Los cabecillas de una banda compuesta por 11 miembros que se dedicaba a robar tarjetas de crédito que utilizaba para comprar su propia música en iTunes y Amazon y ganar dinero gracias al porcentaje que estas empresas destinan a los grupos musicales con cada descarga que se produce han sido sentenciados a penas de prisión.
Se estima que los delincuentes, que residían en las poblaciones de Kent, Derby, Birmingham y Wolverhampton, han ganado con este método tan particular la nada despreciable cifra de 600.000 euros. Para lograr su propósito, el líder de la trama, un tipo de 24 años llamado Craig Anderson, compró 24 portátiles, recopiló los datos de miles de tarjetas de crédito mediante mensajes de scam y, a continuación, con la ayuda del resto de implicados, se dedicaron a comprar las canciones.
Con esta forma de actuar se estima que han causado unas pérdidas totales de entre 850.000 y 1.200.000 euros a las referidas compañías. Responsables de iTunes han explicado durante el juicio que comenzaron a sospechar cuando comprobaron que estaban pagando a grupos desconocidos de la zona de Wolverhampton cantidades en concepto de derechos de autor similares a las que percibe una estrella consagrada como Madonna.
Sea como fuere, lo cierto es que la "broma" les va a salir realmente cara a los implicados: Anderson ha sido condenado a 4 años y 8 meses de cárcel, mientras que sus cómplices en esta trama, James Batchelor, Matthew Clarke y los hermanos Rajan y Sandeep Aheer, lo han sido a 2 años. Sentencias ejemplares para un caso, cuando menos, curioso.