El mineral extraído de las minas que tiene una baja pureza y cuyo proceso para extraer el cobre suele resultar caro y complejo está a punto de experimentar una revolución biológica. Y es que a pesar de hablar de minerales carentes de vida será precisamente una minúscula forma de ídem la que efectuará un curioso trabajo minero. La denominada biolixivación conseguirá convertir en sostenible y limpia una forma de minería que hasta ahora era todo lo contrario. Se basa en “regar” centenares de miles de toneladas de mineral de baja ley con bacterias especiales que separan el cobre del residuo inservible.
Aunque la biolixivación (acción de microorganismos sobre minerales) no es nueva ni mucho menos, ya que viene empleándose desde hace miles de años, ha sido reciente el descubriminento por parte de científicos chilenos del genoma de estas bacterias que actúan sobre el cobre, que se convierte en fuente de energía para las mismas.
El alto coste de explotación impedia que pudiese aprovecharse el mineral con baja concentración de cobre o poca pureza. A partir de 2013 se conocerán los resultados de esta solución, lo que en caso de ser positivo supondría la ampliación al resto de reservas chilenas de cobre.
Recordemos que Chile posee el 30% de las reservas mundiales de este mineral. Con la aplicación de este nuevo proceso se incrementarían las mismas, reduciendo además el coste de explotación.
Las bacterias, por cierto, no son anónimas, tienen nombre: Huenelén, Lacarantay y Yagán. No son tóxicas ni nocivas para el hombre ni el medio ambiente.