Con base en la empinada inflación de 56,1% en el 2013, el presidente Nicolás Maduro anunció este lunes un aumento del salario mínimo de 10% a partir de enero, con lo cual la remuneración más baja del país se elevará de Bs. 2.973 a Bs. 3.270.
Ya en el 2013 el Ejecutivo autorizó tres aumentos salariales. El primero de 20% entró en vigencia en mayo y elevó el salario mínimo a 2.457,02 bolívares. El segundo ajuste se dio en septiembre a razón de 10%, lo cual ubicó el salario mínimo en 2.702,73 bolívares.
El tercer y último aumento salarial del 2013 fue en noviembre de 10% y ubicó la remuneración más baja de la población en 2.973 bolívares al mes.
El economista César Aristimuño estimó que el aumento salarial de 10% a partir de enero se traducirá en más dinero inyectado en la economía, lo cual ejercerá presión sobre los precios y probablemente incida en el desabastecimiento “tomando en consideración que parte de esto es la búsqueda de una recuperación del salario”.
La medida no es totalmente errónea, añadió, pero incide en los costos de las empresas que no atraviesan su mejor momento. “Se busca la solución por la vía errada, la solución es generar mayor oferta de bienes, generar incentivos para que las empresas produzcan más y para que no haya tanta presión sobre los precios”.
“No sería necesario generar aumentos salariales tan constantes si no hubiese alzas de la inflación tan persistentes”, agregó.
El economista explicó que ajustes salariales de manera recurrente no son la solución al problema de la pérdida del poder adquisitivo. “Ese ciclo maléfico no se rompe bajo el aumento del salario mínimo, al cual no nos oponemos, pero no es la solución, si viniese en combinación con otras medidas e incentivos fiscales para las empresas podríamos considerarlo adecuado”.
El economista Orlando Ochoa coincidió en que la medida no es la solución al déficit, inflación y depreciación del bolívar. “El aumento no resuelve el problema sino que lo agrava, tomar medidas de expansión de gasto mientras el BCV imprime billetes, lo que hace es acelerar el problema inflacionario”.
A su juicio, el ajuste intempestivo de 10% busca compensar una “parte” del poder adquisitivo perdido.
El último comunicado oficial del Banco Central de Venezuela (BCV) reportó una inflación de 4,8% en noviembre y una estimación de 2,2% en diciembre, lo cual resultó en una inflación de 56,1% al cierre del 2013, de acuerdo con el presidente de la República, Nicolás Maduro.
[Fuente: correodelcaroni.com]